Deliciosa Temptació

18| ¿Excuse me?

¡Hola, hola mis pequeños!

Debo confesar que Shawn Mendes cantando en español es mi obsesión, sin más, soy adicta a su voz, lo amo. ¿Alguien más por aquí comparte mi sentir?

He aquí una nueva entrega pequeñines, NO olviden picarle a la estrella, tiene que volverse naranja, ¿bien?.

Estoy muy feliz, esta obra tiene casi el doble de visualizaciones que mi primera obra, si tienen curiosidad échenle una ojeadita (por cierto está suspendida porque estoy pensando unos cambios y demás).

Este capítulo lo estoy escribiendo a las diez de la noche, esto ya es tarde para mí, veamos cómo termina esto...

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No pude evitar darle una mirada poco amigable.

- ¡Esa es una muy buena pose para iniciar tu book! - comentó

- ¿Tienes una agencia de modelaje? - me quedé en blanco.

- Sí, y creo que tienes potencial - me miró sonriente - Al parecer has colaborado con algunos fotógrafos. - se fijó un poco en su móvil, mientras se sentaba - Me gusta - declaró.

- Pues sí, hace poco me contactaron y me gusta mucho este mundillo, no dudé en aceptarlos - respondí de vuelta.

- Esa es una muy buena noticia para mí, de hecho tenía un proyecto pendiente porque tengo la visión de cómo quiero que se vea, creo que le aportarás la frescura que necesito - se giró un poco hacia mí - ¿aceptas?.

- Por supuesto que sí - me pude contenerme y lo abracé - Por cierto..., ¿cómo te llamas?.

- Es cierto, soy Pablo - sonrió abiertamente - espero que este buen feeling que tenemos continúe, cuando ya empieces a trabajar en la agencia.

Sonreí de vuelta, él tomó un libro entre sus manos y se dispuso a leerlo, mientras que por mi parte, me volví a poner mis audífonos y me dejé arrastrar por Morfeo, hasta las profundidades de La Tierra de los Sueños.

Amo dormir. (insertar sonrisa de Cheshire).

...

Los dos primeros días han sido bastante lindos, pero no hay mucho que comentar. Visité la universidad a la que postulé, es un sueño, de lo más bonita, como de película. Aún no sé si me aceptarán y yo ya tengo en mente donde y cómo quiero tomarme las fotos.

De hecho hoy tenía que volver, a una charla con la psicóloga...

Estaba tan sumida en mis pensamientos, que no me di cuenta de que alguien estaba de cuclillas y, sí, efectivamente me la lleve por delante. ¡Maldita sea, soy un desastre!.

- Perdóname, perdóname de verdad, estaba metida en mis pensamientos, y no me di cuenta. De verdad lo siento, permíteme un café, como disculpa - con todo mi nerviosismo, solo regurgite todo eso, palabra, tras palabra con apenas una pausa entre ellas. No estoy segura si logró entender lo que dije.

Me mira desde el suelo, curiosa.

- No te preocupes, también soy bastante torpe - suelta una sonrisa algo triste - Justo antes de que me llevaras por delante, un estúpido me tiró toda esta montaña de libros al suelo - dijo mientras giraba sus ojos.

La ayudé a reunir nuevamente sus libros, y tomé una parte de ellos y nos dirigimos a una cafetería que estaba bastante cerca de la facultad.

- ¿Puedo saber tu nombre? - pregunta.

- ¿Me vas a denunciar?, no tengo dinero para la fianza, lo juro - escupí.

¿Les ha pasado alguna vez que no piensan lo que dicen, sino hasta después de haberlo dicho?, pues siempre me pasa. No sean como yo, es un martirio.

Soltó una carcajada, esta chica es muy agradable.

- No, no tranquila, solo me caes bien. Posiblemente nos veamos seguido. ¿Qué carrera seguirás? - dice divertida e intrigada.

- Bueno, soy Georgina, y si me aceptan seguiré arquitectura - respondí sonriendo.

- Vaya eso es muy bueno, yo también - dijo emocionada - Mi nombre es Sarahí.

Dejamos los libros en su auto, y me acompañó hasta la oficina de la psicóloga. Fue una especie de entrevista, y me hizo las típicas preguntas de vida, intereses, gustos, carácter, etc. Me gustó porque fue breve, valoró mi tiempo y eso me agrada.

Al salir me esperaba Sarahí, realmente hicimos clic muy rápido, ¿han conocido alguna vez a alguien que desde el principio les cae bien?, pues eso me pasó con ella. Es bastante divertida, compaginamos bien, y lo digo porque llevamos alrededor de 3 horas juntas y no la he mandado a volar, ni ella a mí, eso es una buena señal.

- ¿Qué signo eres? - pregunta de repente.

- Tauro, ¿tú? - pregunto de vuelta.

- Tauro, ¿fecha? - inquiere.

- 23 de abril, ¿tú? - estoy expectante.

- Yo también - empieza a dar pequeños saltitos - ¿hora?.

- 2 p. m. hora de España, ¿tú? - sonrío emocionada.

- Al medio día, hora de Ecuador - por alguna razón nos provocó gracia a ambas.

- Mi familia es de Ecuador - no pude contener mi emoción y mi comentario salió como un grito.

- Amo la comida ecuatoriana - dijimos a la vez y reímos.

- Guarda mi número - y así lo hice.

Después de intercambiar números, cada una tomó su camino. Amo encontrar gente así de buena vibra.

Hoy es un día de resolver pendientes, aún tengo que ir a comprar la despensa, tengo que ir a firmar mi contrato con Pablo, además mi primera sesión fotográfica en la agencia.

Me dividí la lista por supermercados, hay cosas que a mamá le gustan de Corte Inglés, otras de Mercadona y así. Es muy divertido hacer la compra, hay muchos chicos guapos, aunque bueno, ninguno me hace caso, entonces no es muy relevante.

Mi móvil empieza a sonar, cómo odio con mi vida este tipo cosas, alarmas, timbres del móvil, etc. Me desespero por apagarlos. Lo peor es que esta vez no puedo responder pronto porque no lo encuentro.

- Disculpe, señorita. ¿Podría alcanzarme las barras energéticas detrás de usted? - ¡OMG!, qué bonita voz.

Me acabo de quedar flechada por su voz...

¿Por qué soy así?.