24|¿Y ahora qué sigue?

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Hello, hello!❤

Sé que los abandoné mucho tiempo, (al menos yo sentí que fue mucho), y lo siento ratoncillos.

Por otra parte, ya estoy retomando el ritmo de mi vida, entonces no desapareceré, (o al menos ese es el plan).

Los amo, no olviden picarle a la estrellita, cada uno de sus votos me ayuda mucho, además me alientan a seguir escribiendo. Recuerden que amo leer sus comentarios y me encantas responderles, poner nombre a cada vista.

Y sin más dilación, corre lectura!

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El camino a casa no podía ser más largo e incómodo, bueno esto en realidad no debería sorprenderme, es decir, no es como si me pudiera sentir cómoda sabiendo que me acosté con Jordi, es mi amigo, pero eso no quita el hecho de que es otro nivel de incomodidad.

¿Tiene lógica lo que digo?, I don't know.

- Que esto no te quite la paz, ¿sabes cuántos amigos han tenido relaciones sexuales en el mundo? – niego- pues muchos, más de los que imaginas. Pero ese no es el punto, el punto es que esto no debería cambiar nuestra amistad, ¿de acuerdo? – concluyó.

- De acuerdo - respondí

Tiene razón, seguimos siendo amigos. El hecho de no recordar nada ayuda mucho, así no confundo las cosas. Así es mejor, mucho mejor.

*Llamada entrante

- Hola, G. Yo sé que es muy temprano, pero Zara, quiere una sesión contigo. ¿Te interesa? – pregunta Pablo.

-Por supuesto que sí – miré a Jordi.

- Disculpa, en cuánto podríamos llegar a esta dirección – dije mientras la ubicaba en la pantalla de su coche.

- Como en 15 minutos, ¿por qué? - preguntó.

- Bien, en 15 estoy ahí – sonreí.

*Llamada finalizada

- ¿Entonces me dirás lo que harás?, ¿me dejarás en el suspenso? – inquirió.

Qué fastidio.

- Trabajo en una agencia de modelaje, Zara me quiere en su campaña, pero ahora – dije demandante y algo bastante mosqueada.

- Bien – respondió alargando la última consonante.

- Por cierto, ¿en qué momento llegaste al bar?, nunca te vi– la curiosidad me ganó.

- Ya estaba en el bar cuando ustedes llegaron, nunca reparaste en mí eso es distinto – sonriente finalizó.

¿Qué se supone que responda a eso?, definitivamente necesito un manual de vida. Es decir, es que se supone que debería actuar natural, porque no recuerdo nada, sin embargo, sé que pasó algo y mi cabeza no me deja pasarlo por alto.

No quería que el silencio se prolongara en el camino, pero tampoco sabía exactamente qué decir, ¿ser sarcástica no es siempre buena opción, y muchas veces ser yo tampoco?, creo que mi mejor opción es el silencio...

Al cabo de 13 minutos exactos ya estábamos en la acera de la agencia, saqué mi móvil para avisarle a Pablo que estoy fuera.

- Y bien, ¿quieres que te recoja luego, prefieres comer o ir al cine tal vez? – con una sonrisa que sugería disculpas.

- Mmm, pues bien. Eres mi amigo, te veía como un hermano mayor, en este instante no sé bien qué pensar. ¿Entiendes?

- Entiendo – me dio una sonrisa triste.

Bajé del coche y Pablo ya estaba en la puerta esperándome.

- ¿Sabes lo genial que es que en el poco tiempo que llevas aquí Zara te escogiera de entre todas las modelos de aquí?, me parece que tu nombre empieza a sonar, niña.

- Let's go, no hay tiempo que perder.

Esta vez no vine vestida para que el cliente pueda visualizarme en distintas prendas, esta vez llevaba shorts de mezclilla de cintura alta, una blusa básica blanca, un blazer negro, y mis adoradas converse.

Realmente este cliente había estudiado muy bien mi book, no quiso fotografías de prueba, ya estaba el spot armado, incluso estaban las secciones de maquillaje, accesorios y los profesionales a cargo, es decir, esta empresa realmente me quería en esta colección.

Esto es genial, me gustaba mucho este mundo, pero de que me guste a ser buena hay una gran diferencia y no puedo ser más afortunada.

Este shoot fue extenso, sin embargo, la euforia fue suficiente para mantenerme activa a lo largo de esta jornada. El gerente de Zara llegó en las últimas fotografías, parecía satisfecho y eso fue impulso suficiente para seguir esforzándome incluso en la última foto.

Terminé el shoot, me siento molida, como si un tren me hubiera pasado por encima.

- Hey, ¿qué tal te fue? – preguntó una ya conocida voz.

- ¿Qué haces aquí? – respondí con otra pregunta.

- Es de mala educación responder a una pregunta con otra devuelta, pero te noto ansiosa, entonces dejaré la tortura para otro momento – interrumpió mi ya inerte interrupción – Resulta que vine hace un par de horas, Pablo, tu jefe recordó que había sido yo quien te trajo en la mañana y me dijo la hora aproximada de salida. Además, dijo que probablemente estarías muy cansada y que tal vez estarías más cómoda si un amigo te llevara directo a casa... — suspiró.

- ¿Está mal si me aprovecho de tu amabilidad y te pido parar en una heladería?, necesito litros y litros de helado – dije mientras juntos emprendimos camino hacia su coche.

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¡Nos leemos pronto!

With all my virtual love, G❤

Deliciosa TemptacióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora