Deliciosa Temptació

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¡Hello!

¿Qué tal están?, ¿qué les parece esta historia hasta ahora?, ¿qué creen que suceda más adelante?...

Ya saben que me pueden compartir sus pensamientos, observaciones o recomendaciones a través de los comentarios, no olviden dejar su voto. Si bien a ustedes no les cuesta más que tocar la estrella ami me ayudaría muchísimo para que esta historia llegue a más personas.

With all my virtual love y sin más dilación, G💖

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Siento estar viviendo un sueño, aún no puedo creer que lo logré. Que mi papá y toda mi familia me hayan apoyado, y me transmitieran esa sensación de que lograr éxito en mi vida no es una idea descabellada, sino un propósito y uno posible... Creo que este ha sido un muy buen día.

Ahora tengo que ser valiente, agarrar el toro por los cuernos y agarrar hasta con los dientes cada oportunidad que tenga.

Desperté bastante temprano y me vestí con lo que por regla general es básico en modelos, un total black para que Pablo o el cliente visualicen en qué trabajos me irá mejor y etcétera.

Hoy decidí tomar el colectivo, llego a la agencia, me bajo y me encamino hacia la entrada.

El guardia es muy simpático, es decir, es lindo, pero creo que está un poco mayor. ¿Suena muy raro?, whatever.

— Hola, ¿ya firmaste con la agencia? – pregunta la agradable chica de admisión.

— ¡Hola!, pues sí, quiero experimentar, a ver si sale algo bueno de esto. — sonreí.

— Ven vamos, tu credencial está en mi oficina, y necesito tu huella dactilar por si se daña el lector, tienes otra opción para poder usar el ascensor. — me sonrió.

Le devolví la sonrisa.

— ¿Eres muy amiga del Sr. Rodríguez?— preguntó evitando mi mirada.

— Mmm, no somos íntimos amigos, solo amigos y ya – respondí algo extrañada.

— Vaya, por cómo se relacionan pareciera que hay mucha confianza en su amistad... —comentó.

— Pues la verdad, sí. Pero eso más que a nada, se debe a mi forma de ser. Es decir, justo como ahora estoy siendo abierta contigo, como lo haría con cualquier otra persona que me cayera bien. Pero en efecto, solo somos amigos. De hecho, nos conocimos la semana pasada en el aeropuerto. — solté una risita.

— Ese encuentro debió ser divertido, tu gesto me lo deja ver. — sonrió.

— Sí tal vez un día tomamos un café y te cuento— propuse.

Ella sonrió muy cálida, tomó la credencial ya con todos los datos. La tomé y me dirigí al ascensor general.

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¿Qué le depara el futuro a nuestra protagonista?

Dejen sus suposiciones en comentarios...