Su cuerpo yacía en el piso. El agonizante dolor que le recorría después de los golpes y azotes diarios que recibía por la más mínima estupides lo dejaba exausto.
Harry Potter, el elegido, el niño-que-vivio, la esperanza del mundo mágico, un mago con un potencial extraordinario; sufría, lloraba y pensaba constantemente en morir por el maltrato físico y mental que recibía por sus tíos y primo.
Ese día su tío había sido considerablemente amable, (pero no lo suficiente como para no darle alguno que otro azote con el cinturón), y antes de salir de la habitación, le explicó, aunque con un par de amenazas, el por qué de su amabilidad: -Marge viene a cenar. Un solo inconveniente, un solo error con tu magia o con tu torpeza y mueres, no voy a seguir soportando esa insolencia a tu tía.
Y dando un portazo había salido de la habitación hace unas horas. Harry suponía que habían pasado alrededor de tres horas de ese suceso y el moreno ya estaba esperando el agudo e insoportable gritito de su tía exigiéndole que vaya a hacer la cena.
Y tal como predijo, segundos después resonó el grito (o más bien chillido) de su tía Petunia.
-¡Fenómeno, a hacer la cena, y apúrate que los invitados llegan con hambre!Harry suspiro con pesadez, empujó su cuerpo hacia arriba en un vago intento de pararse, pero las recientes heridas le provocaban un dolor tan profundo que le impedía realizar cualquier movimiento.
-¡Si no bajas en el próximo minuto tendrás problemas con Vernon!- esa advertencia fue un click para el cuerpo de Harry, y con sus extremidades palpitando se paró y se dirigió a la cocina.
-Vernon salió por tu tía Marge, vuelven en media hora, debes tener la carne hecha y caliente además de las ensaladas listas y condimentadas. Quiero la mesa con el mantel del bordado dorado y las mejores copas, ¿te quedó claro?- Harry asintió y saco de la heladera los ingredientes, agradeció mentalmente que la carne sea chuletas ya cortadas, ahorraría algo de tiempo con ese detalle.
Preparo la sartén con aceite y mientras la carne tomaba calor preparo la ensalada, sus cortes eran prolijos, si no lo eran podría haber consecuencias. Termino la ensalada de tomate y lechuga, bien, solo quedaba la de papa y huevo. Se fijó la carne y le pareció prudente darla vuelta.
Así siguió por los próximos minutos. Al terminar las ensaladas y bajar el fuego de la hornalla se dispuso a poner la mesa tal y como le había dicho su tía.
Cuando tuvo todo listo dió un último vistazo, olvidarse algo o hacer algo mal en las visitas de aquella espantosa mujer era conciderado un pecado a la vista de su tío.
Gritos y estruendos se escuchaban desde afuera de la casa 4 de Privet Drive, ambos hombres se miraron entre sí, y sin dudarlo mucho se dirijieron a la puerta abriéndola de un simple hechizo. Caminaron por el pasillo hasta donde se escuchaba el barullo, y antes de entrar se escuchó un claro grito alrmado "¡Papá, para, lo vas a matar!"
Snape abrió la puerta dejando a la vista la horrorosa escena que se situaba en la cocina. Harry Potter tumbado en el piso con sangre brotando de su nariz y marcas rojas por toda la piel que tenía expuesta. A su lado un rechoncho hombre con un cinturón en su mano. Sentada en la mesa, una mujer igual de rechoncha al hombre con una macabra cara de felicidad. A unos metros de la escena, un chico, tan identico en contextura física que preocupaba.
Una mujer flacucha y alargada intento detenerlos, exigiéndoles que se vayan de su propiedad.
Desmaius.
Desmaius.
Desmaius.
Desmaius.
La flacucha y el gordo cayeron al piso en un sonoro doloroso golpe. La vaca balanceo su silla hasta llevarsela puesta al piso mientras que el rechoncho niño sufrió el mismo destino del que parecía ser su padre.
Cargando a Harry en brazos, Regulus y Snape se aparecieron en la Casa de Campo Prince, dónde un rubio caminaba impaciente por la sala. Regulus dejo al moreno en el sillón mientras que con unos cuantos accio Snape traía pociones y vendajes para las heridas del chico.
—Rescatarlo de esos muggles mugrosos fue la parte fácil- dijo Snape, mientras empezaba a curar las heridas— La parte difícil será explicarle la verdad.
El Malfoy y el Black asintieron, horrorizados al ver los cortes y marcas que cubrían el flacucho y desnutrido cuerpo del Potter.
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❝La Verdad❞『Drarry』
RandomCon los años, la vida de Harry Potter empeoraba cada vez más. Desde que cumplió sus 12 años y recibio la carta para entrar al Colegio de Magia y Hechicería Hogwarts, el abuso y maltrato que recibía por parte de sus tíos empeoro. Ir los veranos era u...