Con los años, la vida de Harry Potter empeoraba cada vez más. Desde que cumplió sus 12 años y recibio la carta para entrar al Colegio de Magia y Hechicería Hogwarts, el abuso y maltrato que recibía por parte de sus tíos empeoro.
Ir los veranos era u...
La fiesta posterior al casamiento transcurría. Los invitados bailaban y, o, hablaban tranquilos.
Harry disfrutaba desde su asiento junto a Tonks, medio escuchando la conversación de los adultos y medio mirando al rubio a su lado.
Este parecía impaciente, nervioso. Y Harry ya no se aguantaba el no saber por qué ---¿Pasa algo, Draco?
---Acompáñame--- sin más se paro de su silla caminando un paso más adelante de Harry.
Llegaron a un extenso jardín arbolado alejado del gazebo en dónde se celebró el evento.
Draco sentía que sus manos chorreaban sudor, suspiro profundo preparándose para lo que haría. ---No ha pasado mucho desde que te enteraste de nuestro vínculo. Desde que empeze a abrazarte, acariciarte el cabello, sentir tu perfume de cerca, ver el hermoso verde de tus ojos, no he podido controlar mis sentimientos. Todo de ti me encanta. Quiero repetir esas caricias, esos abrazos, todos esos momentos. Todo, pero como algo más. Quiero pertenecerte, pero no quiero obligarte a ti a hacer lo mismo. No estoy dispuesto a entregarme a nadie más. Harry, ¿me permitirías pertenecerte, aún si tú no quieres pertenecerme a mi?
El moreno sonrió ---Si eso significa ser novios, acepto.
Draco se lanzó a abrazarlo, acurrucando su cabeza entre el cuello y el hombro de su novio.
---Merlín, Merlín, te adoro, te adoro--- Harry envolvió con sus brazos al rubio, y con una caricia le indico que suba el mentón.
Ambos lo querían. Estaban en su burbuja, cálida y melosa, lejos de todo y de todos.
Sus labios a milésimas de distancia. Y cuando aproximaron sus cabezas para formar un roce...
Ambos jóvenes corrieron, adentrándose en el oscuro bosque ---Sígueme--- indico Harry ---Si es necesario usaremos magia, estamos a unos meses de cumplir 17 y nos están atacando, no creo que tengamos problemas con el ministerio.
Apuraron su ritmo cuando escucharon los gritos de búsqueda a Harry más cercanos.
Llegaron a un árbol gigantesco ---Abrázame por la cintura--- eso fue inseperado, el rojo se apoderó del rubio ---¡Dragón!
El rubio asintió y enrosco sus brazos en la cintura del moreno, este conjuro un hechizo y llegaron hasta la punta del árbol.
---¿Recuerdas el hechizo de transfiguración de escobas?--- el rubio asintió. Y continuamente Harry le alcanzó una rama.
---¡Transfiguratus volantes iuniperorum!--- ambas ramas se convirtieron en escobas voladoras. Claramente no eran de marca, solo escobas muggles.
Comenzaron a volar, Draco siguiendo a Harry quien parecía más ubicado.
Rodearon un árbol y un mortifago apareció por su lateral.
DESMAIUS.
El hombre cayó a la tierra en un instante.
Uno apareció por el frente, cara a cara con Harry. Uno por detrás, ocupando a Draco, y para complicarlos, dos más por lo costados, dejándoles arrinconados.
Y como si la situación no pudiese estar peor, un mortifago retiro su máscara, revelando a Lucius Malfoy tras ella.
---Es su fin, maricones--- Lucius se lanzó hacía adelante montado en su escoba. Yendo directo a Harry.
---¡Atrapto!--- hilos dorados salieron de la varita atrapando al moreno. Lucius empezó a huir ---Ustedes atrapen a Draco, yo me ocuparé de el.
Aceleró su ritmo desesperando a Draco, quien no veía posible huir de los tres mortifagos que lo rodeaban.
---¡Crucio! --- cerro los ojos, otra vez esa maldición, como tantas otras veces, su cuerpo se retorció y los gritos desgarraron su garganta.
Recordó a su madre, de como ella intentaba hacer razonar a su padre para que no lo lastimara, recibiendo un golpe o más.
Recordó como la perdió, ¿quería perder también a Harry? No. Sintió poder, la magia acumulándose en sus venas, luchando contra la maldición.
"¡Finite incantatem! Gritaba su mente "¿Por qué no funciona? ¡FINITE INCANTATEM!"
Inútil.
---¡Expeliarmus!--- tres voces gritaron el hechizo, Draco rogaba que esas voces ahogadas sean de personas de su bando y no de los mortifagos.
---¡Finite incantatem!--- cayó al suelo, su escoba a su lado, su cuerpo muy cansado como para evitar la caída.
Sintió unos brazos envolverlo, brazos huesudos y suaves ¿Esa era su madre? Su caricia era cálida y amorosa, como esas que le hacía cuando era niño antes de ir a dormir. ---¿Mamá...?
---No Draco, soy Severus, perdona--- el pelinegro acaricio las hebras rubias e su ahijado, recordando que no era el único que tenía. ---¿Y Harry?
---Lucius se lo llevó--- el rubio por más que disfrutará la caricia, se levantó del suelo y tomo su escoba--- Padrino, conjura el hechizo de rastreo por favor.
Sirius, Remus, Regulus, Sam y Dora volvían luego de haberse ocupado de los mortifagos.
---¿Y mi cachorro?--- pregunto desesperado Sirius.
---Lucius se lo llevó, preparen sus escobas, sé cómo rastrearlo.
Uno de los regalos de la boda habían sido dos escobas último modelo, aún siendo en contra de la ley, las multiplicaron para que todos tengan una.
Snape mojó la punta de su varita en un frasco con sangre ---¡Ramper di sangue!
Un hilo rojo salió de la varita, guidandolos a dónde supuestamente estaba Harry.
Siete escobas salieron disparadas hacía esa dirección. Algunos con más práctica iban más rápido, mientras que otros ponían toda su voluntad en seguirles el vuelo.
---¡Derecha!--- inclinaron sus escobas en la misma dirección, rodenado un árbol y llegando a ver a lo lejos a una cabellera larga y rubia, con un cuerpo atado luchando por soltarse.
Draco apuro su vuelo, sacándole un par de metros al resto. Su varita en mano, listo por si tenía que conjurar una imperdonable.
"Ten en cuenta, Draco" escucho un recuerdo, dónde la voz de su madre resonaba, "Que el hechizo Ventilabis, es para derribar a una persona u objeto cuando está en el aire, no en tierra". Solía darle esos consejos en sus cartas cada que Draco le contaba un nuevo hechizo aprendido.
---Gracias, mamá. ¡VENTILABIS!--- Lucius cayó de su escoba, provocando que Harry cayera también.
Draco se dirigió a él, a su novio, a su ser de luz. Lo atrapó en sus brazos, metros antes de caer, lo balanceo entre caricias y cayeron suavemente en el suelo, aún acurrucados en el otro.
---Ya no debemos preocuparnos más por el, miren--- Remus señaló en una dirección. Aurores corrían hacia su dirección.
---Lucius Abraxas Malfoy, queda condenado al beso del dementor sin juicio previo, debido a cargos de asesinatos, violación, abuso intrafamiliar, maltrato infantil y pertenecer al lado del Señor Innombrable, cualquier cosa que diga podrá ser usada para adelantar su condena--- dos aurores ataron con un hechizo al Malfoy, retiraron su varita y, finalmente, como tanto Draco y Narcissa habían deseado, ese horroroso hombre recibiría el castigo que merecía después de tantas desgracias.
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