—¡Te voy a atrapar, Phil!— los niños estaban afuera de la casa jugando, todos pasaban una buena y divertida tarde.
Era invierno, así que había nieve por todos lados, las risas abundaban y a Ray le encantaba ver a sus hermanos felices.
Habían pasado tres años desde que se habían encontrado con Emma y aunque no tuviese sus recuerdos todos aceptaron su nueva vida.
—La comida ya va a estar lista— Ray era el que siempre cocinaba, los pequeños ponían la mesa y después le hablaban a todos para que fueran a comer.
Siempre al servir la nostalgia lo invadía, no podía creer que ya habían pasado más de siete años desde que estaban en Grace Fiel, todo ese miedo que sintieron, las personas que perdieron, todos los sacrificios, todo era tan doloroso pero ya habían logrado conseguir la vida que tanto habían deseado.
Y en donde sea que estén Yuugo, Lucas e Isabella, siempre les sería agradecido por todo lo que hicieron por ellos, los extrañaba, pero ahora podría estar feliz a lado de su familia.
—Niños podrían decirles que ya entren por favor— todos salieron, la mesa estaba lista y los platos tenían comida, faltaba que todos entrarán y unas cuantas cosas de la mesa.
Ray termino de traer todo, pero nadie llegaba, ya se habían tardado. Se extraño un poco quitándose el delantal que traía llendo hacia la entrada encontrándose con Dominic y Chris quienes se veían asustados.
—¡Ray sal rápido!— fue lo único que gritaron para después salir de nuevo al patio.
—¿Que pasa?— Ray salió detrás de ellos, no entendía nada, todos estaban reunidos en el patio, murmuraban mucho, otros lloraban.
Se abrió paso entre todos viendo a Gilda y Don en el suelo, estaban llorando, miraron a Ray, aún no entendía, hasta que miro a Emma, su corazón latió rápido, se sintió mareado por unos minutos al ver la imágen frente a el.
—¿Emma?— Ray cayó al suelo, Emma estaba en el suelo, sosteniendo la cabeza de Norman y aún lado había un gran charco de sangre—¿Que paso?
—¡No lo sé! Jugábamos y de la nada empezó a vomitar sangre y se desmayó— Emma estaba tan asustada, Ray también empezaba a asustarse, Norman estaba inconsiente y no podía hacer nada.
Ray tomo a Norman, comenzó a revisarlo, puso su cara en su pecho, su pulso era algo débil y eso lo asustaba aún más.
—¡Tenemos que llevarlo a un hospital!— el grito de Ray era desesperado.
—Oliver y Violet fueron por el avión, ya no tardan.
—Norman— Ray trato de hacer que reaccionara pero todo lo que hacía parecía insuficiente —¡Norman!
~-💮-~
—¿Dónde estoy?— Norman comenzaba a abrir los ojos, su cabeza dolía y daba vueltas.
Miro a su alrededor, no estaba en su casa, y al ver las cosas que habían en el lugar supo que estaba en un cuarto de hospital. Miro su brazo, tenía conectado un suero y en la otra estaban las manos de Ray y Emma, ambos se habían quedado toda la noche a su lado hasta que despertara.
Norman acaricio la cabeza de ambos, estaba feliz de verlos, pero no entendía aún lo que pasaba.
Ray sintió su mano comenzando a despertar, abrió los ojos viendo a Norman quien le sonreía al verlo.
—Buenos días, Ray— Ray empezó a llorar saltando hacia el abrazándolo, estaba tan feliz de ver qué ya había despertado.
—¡Estás bien!— grito feliz, su grito hizo que Emma despertara viendo a ambos.
—Buenos días, Emma— Norman sonrió viendo los ojos de Emma que empezaban a llenarse de lágrimas, empezó a llorar abrazando a ambos chicos
—¿Te sientes bien? ¿Quieres un poco de agua?— ambos estaba felices por que Norman había despertado, pero aún estaban asustados, todavía esperaban el resultado de los análisis que le habían hecho.
—Tranquilos, estoy bien. Lamento haberlos asustado— Norman se sentía algo mal al verlos tan preocupados —¿Que fue lo que pasó?
Antes de poder contestar, Vincent quien era uno de los doctores de ese hospital había entrado, sonriendo al ver qué Norman ya había despertado.
—Me alegra que hayas despertado, ¿Cómo te sientes?— Vincent empezó a revisarlo.
—Me siento bien, algo adolorido del cuerpo y mi cabeza punza, pero fuera de eso todo bien— los tres sonrieron al escucharlo.
Ray pensó que todo estaba bien, pero Vincent se separó de Norman llendo a la puerta.
—Debo hablar con ustedes— Ray miro a Emma, ella entendió quedándose con Norman mientras Ray salía.
Cerro la puerta, estaba afuera, Vincent se quitó los lentes tallando un poco sus ojos suspirando.
—¿Que pasa?— su actitud asustaba un poco a Ray, no sabía que pensar.
—Yo... Para mí esto es muy difícil de explicar— Ray empezó a sentir mucho miedo —La enfermedad de Norman está aumentando.
—¿Que?— Ray no entendía, desde hace tiempo Norman no sufría convulsiones y estaba completamente bien —Pero, creí que el antídoto...
—El antídoto está siendo rechazado por su cuerpo, al parecer la enfermedad muto y ahora es más fuerte— Vincent le dio un papel donde venía todo el diagnóstico.
Ray empezó a leerlo, apretó más fuerte las esquinas cuando termino de leerlo, sus ojos se inundaron y su cara se puso más pálida casi cayendo al piso.
—¿Cuánto?— pregunto Ray en voz baja.
—Menos de un mes— Ray soltó el papel dando vuelta golpeando la pared, había empezado a llorar, no podía creer que eso estuviera pasando.
—Dime que se puede hacer algo— Ray tomo la bata de Vincent, estaba entrando en pánico, no quería aceptar la verdad.
—Podemos hacer otro antídoto, uno que se adapte a el, pero necesitamos algo de tiempo, por suerte todo el equipo de aquí es muy útil— Ray lo soltó, estaba un poco más aliviado.
—Haz lo que sea necesario, ¡Te ayudaré en lo que sea!— Ya no sabía cómo controlar sus emociones —Por favor, no dejes que muera.
Vincent nunca lo había visto así, a el también le dolía todo, después de todo Norman lo había salvado, así que ahora debía regresarle el favor.
—Sin importar que lo salvaré, Ray.
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Sean bienvenidos a esta increíble y trágica historia, espero que sea de su agrado y le den mucho amor.
Publicaré capítulos cada jueves y domingo, así que estén atentos.
Ojalá sea de su agrado y la sigan hasta el final. Nos leemos luego.
—Nishimiya
西宮エマ
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EN ALGÚN LUGAR | TPN
Fanfiction¿Que tan preparado se sentía para presenciarlo? Pues nunca pensó que algo así sucedería, así que no lo estaba, y no importaba que hiciera, incluso si le pedía algo al gran dios, el destino decidió que los vería partir. En esta ocasión así como en l...