🔸|CAPITULO 3 - LA VERDAD|🔸

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Los días pasaron, Ray había estado llendo constantemente con Vincent para ver el progreso del antídoto, todo iba bien y nadie sospechaba nada, nadie a excepción de alguien.

Ray sabía que había estado actuando extraño esos últimos días, había estado evitando a muchos, en especial a Emma, más cuando se salía a escondidas para ir con Vincent.

Ray regresaba a casa, el antídoto estaba casi listo, solo faltaba unas semanas más y la operación de Norman ocurriría.

—¿A donde fuiste?— Emma estaba en la puerta de la casa, se había quedado ahí desde el momento en el que vio que Ray había salido sigiloso de la casa.

—Solo fui a dar una vuelta, quería despejarme un rato— Ray aún sentía culpa, quería decirle la verdad a Emma pero no sabía cómo lo tomaría.

—¿Estás seguro? Últimamente has estado saliendo mucho, actúas algo extraño y te apartas así sin más, ¿No ocurre nada?— Emma era muy lista y Ray nunca descarto la idea de que ella lo hubiera seguido, pero si así hubiera sido ya lo hubiera encarado diciéndole que ya sabía la verdad.

—Solo quería salir un momento, ¿Acaso es un delito hacerlo?— ambos se miraban retadora mente, Emma no estaba molesta, más bien preocupada, primero lo de Norman y ahora Ray ocultaba algo, todo eso era demasiado para el.

—¿Que pasa aquí?— Norman había salido del cuarto viendo a ambos como se fulminaban con la mirada —¿Sucedió algo?

—¿Por qué te levantaste?— pregunto Ray dejando a un lado a Emma, no quería seguir con ese interrogatorio —Vincent dijo que debías guardar reposo, así que ve de nuevo a la cama.

—Pero eh estado ahí desde hace casi dos semanas, tengo que salir para estirarme, aparte hay muchas cosas que tengo que hacer de la empresa— Norman ya estaba cansado de los múltiples cuidados que recibía, solo quería salir por un momento, pero cada vez que lo intentaba Ray y Emma lo detenían.

—Debes de guardar reposo, sobre la empresa Ray, Vincent y yo podemos encargarnos, así que ve a descansar— Emma también quería que el volviera a descansar, quería cuidarlo al igual que quería ver que ocurría con Ray.

—Saben que solo es una pequeña leucemia, ya no estoy vomitando sangre y ya no da vueltas mi cabeza, ya puedo empezar a trabajar— Ray se tenso un poco al escucharlo, trato de ocultarlo, pero su reacción había sido vista por Emma.

—No, debes descansar, así que vamos a tu cuarto— Ray tomo la mano de Norman guiandolo hasta su cuarto.

Norman se recostó nuevamente, estaba exhausto de estar en la cama, solo quería salir por un momento, pero no lo dejaban solo ni una sola vez.

—Lo mejor es que te quedes aquí, nosotros nos encargaremos de todo— Emma abrazo a Norman tratando de hacerlo sentir mejor —Nosotros iremos a la cocina y te traeremos algo para comer.

Emma tomo la mano de Ray jalandolo hacia la puerta con prisa.

—Ahora volvemos, tu relájate— Emma cerro la puerta jalando a Ray hasta que llegaron a la cocina —Muy bien, dime qué pasa.

—¿De que hablas?— Ray trataba de hacerse el tonto, comenzó a sacar la comida del refrigerador para calentarla.

—Se que hay algo más grabé aquí, dime qué es— Ray estaba nervioso, pero debía mantener la situación bajo control.

—Ya te dije que no es nada, no se por que me presionas tanto a decirte algo que no está pasando— Ray empezaba a molestarse, Emma sabía que no había forma en la que Ray cediera o tal vez si tenía un punto débil.

—Bien, no me digas a mi— Ray pensó que al fin había ganado —Dice lo a Norman en cuanto te pregunté.

Emma había usado la mayor debilidad de Ray, y con un maravilloso chantaje Ray no podía dudar. Emma se dio vuelta, iba a ir con Norman pero Ray tomo su brazo cerrando la puerta de la cocina.

—¿Ya me dirás?— Emma se cruzó de brazos, había ganado, pero algo estaba mal, Ray había empezado a llorar —¿Que es lo que pasa?

Ray limpio sus lágrimas, estaba un poco asustado, no sabía cómo reaccionaria Emma al decirle la verdad, suspiro tomando los hombros de Emma. 

—Esto no es fácil de decir, así que quiero que mantengas la calma— Emma se extraño un poco, no recordaba cuando había sido la última vez que había visto a Ray tan asustado.

—Tranquilo, entenderé cualquier cosa— Emma tomo su hombro sonriéndole, Ray ya no podía callar.

Comenzó a contarle todo lo que Vincent le había dicho, la mirada de Emma había cambiado, ahora su cuerpo estaba tembloroso y su cara estaba pálida, se recargo en la mesa de la cocina tratando de procesar todo los que Ray le había dicho.

—¿Cuánto tiempo?— Emma temía a la respuesta.

—Menos de un mes.

—¿¡Un mes!? ¡Pero si ya pasaron casi dos semanas!— Emma había reaccionado de la misma forma en la que Ray pensó que lo haría.

—Lo se, pero Vincent está trabajando en el antídoto y todo está saliendo a la perfección, el estará a salvo en unas semanas— Ray se acercó hasta ella tomando sus hombros —Todo saldrá bien.

—Debemos decirle— susurro Emma con la cabeza baja —No podemos mentirle sobre esto.

—El no debe de estresarse, si le decimos se pondrá peor, hay que esperar a que pase su operación, después de eso yo le contaré la verdad.

—¿Entonces le ocultamos la verdad? ¿No le vamos a decir que puede morir?— Emma estaba molesta, era algo muy delicado y Ray lo había ocultado de ambos —Yo no quiero ocultarle esto, no puedo.

Emma empezó a caminar fuera de la cocina, estaba dispuesta a decirle todo a Norman, tenía que decirle la situación, no podía quedarse de brazos cruzados sabiendo que su vida colgaba de un hilo.

Ya había tomado la decisión, Ray ya no podía hacer nada, nada del mundo la pararía, ¿Pero de que? Emma se había quedado inerte en su lugar, se había detenido, Ray se extraño al verla voltear, su cara estaba viendo a la nada, se veía totalmente confundida.

—¿Que es lo que iba a hacer?

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