🔸|CAPITULO FINAL - EL CUMPLIR DE MI PROMESA|🔸

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Don aceleró, cómo Ray iba cambiando era imposible que llegara antes que todos y aunque lo hiciera esta vez no podría escapar.

En poco tiempo llegaron, pasaron rápidamente hacia la entrada viendo a Vincent ahí.

—¿Que hacen aquí tan tarde?— Ya casi amanecía, todo había sido un caos.

—¿Has visto a Ray?— Don se detuvo a preguntar mientras Gilda y los demás se separaban para ir a ambos cuartos a ver donde estaba Ray.

—¡Ray!— Violet y Sonya fueron al cuarto de Norman pero Norman estaba solo.

Gilda estaba temblando, estaba frente a la puerta del cuarto de Emma, tomo la perilla abriendo la puerta, era hora de acabar con eso.

—Ray no a pasado por aquí— Respondió Vincent a Don.

Gilda estaba en la puerta del cuarto de Emma, pero solo estaba Emma descansado.

—¿Y Ray?

~-💮-~

El seguía caminando, se podía notar como poco a poco el sol empezaba a salir para el, el cantar de los pájaros y el fuerte frío del lugar lo acompañaban.

Estaba nevando, era un clima tan frío, pero el ya no sentia nada, estaba tan cansado, solo quería acabar con todo para después descansar, como si eso fuera para siempre.

—Solo hay una forma en la que ambos puedan volver— Ray seguía caminando, había ido de vuelta a casa, estaba caminando directamente hacia donde estaban todas las tumbas dónde se encontraba la familia del abuelo.

Ray camino hasta estar frente a la tumba del abuelo, se inco un momento empezando a rezar.

—Lo lamento, se que es muy riesgoso, pero es algo que tengo que hacer— Ray se levantó empezando a caminar adentrándose más hacia donde estaba todo el desastre que había dejado la guerra de hace años.

Miro hacia donde estaba su casa, se sentía tan juzgado, juraba que podía escuchar la voz de sus hermanos diciéndole que era una tontería, pero no había otra forma ¿O si?

—Lo lamento, pero por ellos haría cualquier cosa. No me odien— Ray se tiró al suelo empezando a llorar desconsoladamente —Perdonenme todos.

Ray comenzó a llorar como si no hubiera un mañana, se podían escuchar sus gritos de dolor para tratar de desahogarse, había quedado tendido en el suelo como un niño pequeño que había tenido una pesadilla.

—Ya basta, es hora de acabar con todo esto— Ray saco de su mochila el frasco de aguas doradas y la flor vida que había robado de las oficinas de los Ratri, no tenía intenciones de hablar con Mujika, no quería tener presencia en el mundo demonio.

En algún lugar voy a encontrarlos— Ray rasgo su camisa, tenía una gran herida en su brazo de cuando cayó al suelo, dejó caer su sangre en el frasco encajando la flor en su brazo.

«Adiós a todos»

Ray cerró los ojos esperando, al abrirlos estaba en otro lugar totalmente distinto, había llegado a los siete muros.

Ya había estado ahí, antes no estaba listo, pero sabía que ahora no había marcha atrás, de una u otra forma tenia que llegar hasta el.

Cerro los ojos suspirando, dio la vuelta viendo aquella imagen de la última vez, la puerta del lugar estaba frente a el.

—Esta vez...— Ray estiró su mano, temblaba, tenía miedo —Esta vez estoy listo.

Su corazón latía a mil por hora, era como si acabara de despertar, como si hubiera sido transportado a otro lugar, a un lugar tan... Nostálgico.

EN ALGÚN LUGAR | TPN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora