2. Cáncer

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Poché;

cuando ví a esa chica pedir ayuda en el parque, fue inevitable acercarme a auxiliarla. Pero no contaba con que fuera tan extrañamente agradable hablar con ella.

tenía cabello castaño y ojos cafés, que con el sol se veían claros. Y su perrito era sencillamente igual de hermoso que ella.

traté de calmarla para que no siguiera llorando, me partía el corazón verla tan sensible.

-Todo está bien, no te preocupes- le dije tocando su hombro y ella asintió

-Eres un poco irreal... llegaste en el momento indicado, estás segura de que eres de este mundo?- suspiró y frunció su ceño con una media sonrisa

solté una carcajada

-no, en realidad soy un alien y salvé a tu perrito...- pensé durante unos segundos -cómo se llama?- pregunté mientras dirigía mi mirada a el

-Ramón- respondió mirándome expectante

-Bueno, salvé a Ramón con mis superpoderes, verdad Ramón?- hice una voz graciosa y acaricié su cabeza, logrando que el ladrara y me diera besitos en la mano.

-el te ama- abrió su boca un poco sorprendida -nunca es cariñoso con extraños

-y tú, cómo te llamas?- pregunté con una sonrisa

-Mucho gusto, soy Daniela. Y tú?

-Poché- contesté y estrechamos nuestras manos.

sus manos eran tan suaves y... cálidas.

-Poché? huh, que nombre tan poco común- respondió sarcásticamente

obviamente ese no era mi nombre, pero me parecía gracioso presentarme con mi apodo

-Poché es mi apodo, solo las personas que me caen bien me pueden llamar así- alcé mis cejas y pude notar que se sonrojó un poco

-entonces yo te caigo bien?- preguntó de manera pícara

-Tal vez...- le sonreí

y cuando me iba a responder, recibí una llamada.

era Valentina, mi hermana.

-Disculpa, debo atender- le dije a Daniela señalando mi teléfono

Llamada.

-Hermanita, cómo est...- la iba a saludar pero me interrumpió

-Poché- la escuché sollozar

-Ey, está todo bien Vale? por qué lloras?- fruncí mi ceño

-Es mamá Poché, todo empeoró. Papá y yo la trajimos a la clínica del centro, ven rápido, por favor

carajo.

cuando la escuché así, empecé a temblar. Mi corazón empezó a latir más rápido.

-Ya... ya voy para allá- dije y colgué

-todo bien?- me miró

-no... algo pasó- sacudí mi cabeza -debo irme Daniela, lo siento- le hice una media sonrisa que en realidad parecía una mueca

al parecer ella entendió y asintió.

-Toma- se quitó una pulsera que tenía en su muñeca con una D (la inicial de su nombre) en el centro -te la regalo, para que me recuerdes a mí... y a Ramón- sonrió

¿acaso esta chica podía ser más linda?

-Oh, entonces te regalo este- tomé el collar que tenía en mi cuello con una P en el centro- te lo doy para que nos volvamos a ver

ella abrió un poco más sus ojos y se lo coloqué en su cuello, sonrió como si fuera una niña pequeña con un juguete nuevo

-Gracias- contestó un poco apenada

- ya me debo ir, bonita- le dije y me acerqué a ella para darle un abrazo

lo correspondió y al final cuando nos separamos por alguna razón, me nació darle un beso en su mejilla y también besar la cabeza de Ramón.

ella provocaba que yo quisiera ser ¿tierna? o tal vez más cariñosa.

salí corriendo y tomé el primer taxi que encontré, para dirigirme a la clínica

ahora había vuelto a mi mundo... y todo se tornaba color gris. Recordé las palabras de vale y sentí escalofríos por todo mi cuerpo.

si algo le pasaba a mamá... a mí se me acababa el mundo. El hecho de volver a imaginarla en la camilla de un hospital me partía el corazón.

y peor aún... el hecho de tal vez no volverla a ver, me destrozaba por completo.

no me di cuenta del momento en el que llegamos a la clínica, hasta que el chofer me avisó, salí de mi trance, y le pagué lo correspondiente.

me bajé del auto y corrí a la recepción de aquel lugar frío, que no me gustaba para nada.

-señorita, estoy buscando a ...- iba a terminar pero una voz me interrumpió

-Poché!- era Valentina que corrió hacia mí y me abrazó.

-Vale- correspondí su abrazo y tomé su cara suavemente- dónde está mamá?- pregunté

-No... no sé, ella de repente se empezó a sentir muy mal y.. y la trajimos para acá, aún no nos han dicho na... nada y papá está esperando arriba- respondió mientras sollozaba con su carita roja.

-Chiquita,todo va a estar bien, si?- intenté tranquilizarla, pero por dentro me sentía peor que ella.

subimos al quinto piso y vi a mi papá sentado en la sala de espera.

cuando me iba a acercar a él junto a Valentina, un doctor habló.

-Familiares de la señora Martha

-Nosotros- dijimos los tres al mismo tiempo y nos acercamos a él.

-Qué pasó doctor, ella está bien?- preguntó mi papá

-Ella... el cáncer volvió hace algunos meses, pero lamento informarle que esta vez no tenemos esperanzas de vida señor Juan Carlos, se reactivó  mucho más agresivo que antes y... ella...- se detuvo y suspiro -no creemos que resista a más de esta noche.

esas palabras fueron suficientes para que todo mi mundo se viniera abajo.

literalmente me estaban diciendo que una de las personas más importantes de mi vida se iba hoy y yo no podía hacer nada.

-V.

-V

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Te amaré (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora