Pov Poché;
Ya era sábado, fui a buscar temprano a mi padre en su departamento.
Lo llamé y me dijo que ya bajaba.
Luego de unos minutos bajó y junto a él estaba Valentina.
-¿Qué hace Vale aquí?- pregunté confundida.
-Hola hermanita bonita, buenos días. Yo también estoy muy bien, gracias por preguntar- respondió sarcásticamente.
-Ya sabes como es tu hermana mi amor, se cree un agente del FBI y también está ansiosa por conocer a Daniela- mi padre sonrió mientras cerraba la puerta del copiloto.
Solo rodé mis ojos por lo ocurrente que podía ser mi familia a veces, hasta en las situaciones más serias como esta me hacían reír.
Mi padre me indicó el camino para llegar a la gran casa de los Calle.
Carajo, estaba temblando de nervios. Iba a conocer a los padres de la mujer que me estaba volviendo loca y también iba a descubrir la razón por la que se alejó de mí.
Eran demasiadas cosas a la vez.
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-Es aquí- habló mi padre mirando una casa bastante moderna que estaba a la derecha.
Estábamos en uno de los vecindarios más exclusivos de Bogotá, todo era muy bonito.
Sonreí al darme cuenta de que a unas cuadras de este lugar se encontraba el parque en el que conocí a Calle.
Oh... Ella iba a ese parque porque vive cerca de él.
Estacioné el auto y desabroché mi cinturón mientras daba una respiración profunda intentando calmar mis estúpidos y extrañamente desagradables nervios.
-¿Estás lista pequeña?- preguntó mi papá mientras tomaba mi hombro y empezábamos a dirigirnos a la puerta de aquella hermosa casa.
-No.
-Bueno, aunque no lo estés vamos a entrar igual porque yo no me pienso dormir con este chisme sin resolver- Vale jaló mi mano para que siguiera caminando.
Reí ante aquel comentario y asentí.
Mi padre tocó una especie de botón cercano a la puerta y se escuchó una voz masculina en un intercomunicador.
-Buen día, ¿Qué necesita?
-Hola, estoy buscando a Germán Calle, vine de visita- mi padre respondió de manera segura y precisa.
Realmente deseaba verme tan segura como él.
-Espere un momento, por favor- la voz de aquel hombre se detuvo.
Luego de un par de minutos (los más largos de mi vida) la puerta se abrió dejando ver a un hombre un poco canoso pero bastante sonriente.
-Juan Carlos- dijo e inmediatamente se dieron un abrazo.
-Es un placer verte de nuevo- respondió mi padre separándose.
-Oh, el placer es mío amigo. Ha pasado mucho tiempo- sonrió y fijó su mirada en Valentina y en mí.
-Te presento a mis hijas, María José y Valentina- hizo una pausa y nos miró- hijas, les presento a Germán, un buen amigo desde hace unos cuantos años.
-Igual de preciosas que su madre- okey, eso me hizo sentir un suave escalofrío, era una de las cosas más lindas que alguien me había dicho desde que mi mamá se fue.
sonrió y tomó mi mano para luego hacer lo mismo con la de Vale- es un gusto conocerlas, las he visto en un par de foto que su padre me ha mostrado.
-Gracias, un gusto igualmente- asentí con una sonrisa.
Por fuera probablemente me veía muy tranquila, pero en mi interior me sentía... ¿Cómo explicarlo? Era algo como
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Y creo que me quedé corta.
-Pase, pasen. Pediré a la señora Carmen que prepare un café (Aclaración: Carmen es la señora que ayuda a los padres de Daniela en la limpieza y comida del hogar)- abrió la puerta dándonos paso a la sala.
Wow.
A lo largo de mi vida había visto hogares muy bonitos, pero este particularmente me parece maravilloso.
Las paredes en su mayoría eran blancas y las escaleras tenían un toque brillante, se veía todo muy limpio y ordenado.
El señor Germán nos invitó a sentarnos en un gran sofá oscuro que se veía bastante cómodo.
Mi padre y él empezaron a platicar de cosas que realmente no entendía, tenía que ver con golf y todo eso. Pare ser sincera, nunca he practicado golf entonces me parecía una conversación un poco aburrida.
Mientras tanto Valentina me murmuró algo.
-¿Y Daniela?
-No lo sé- susurré lo suficientemente bajo para que solo ella escuchara.
-¿Te imaginas que no esté aquí?- preguntó con su cara preocupada, también parecía nerviosa.
Solo solté un suspiro.
Volví a prestar atención a aquella conversación y puedo escuchar a mi padre preguntándole a Germán por sus hijas.
-Juliana ahora está de viaje y Daniela...- parece pensar un poco- creo que está arriba, déjame llamarla para que la conozcan.
Sentí que el aire me faltaba y mi corazón palpitaba cada vez más rápido.
-¡Dani, hija ven aquí!- Germán grita y luego de unos segundos escuchó una puerta abrirse y unos pasos bajando las escaleras.
Luego de eso todo sucedió en cámara lenta para mí.
Tenía unos tacones y una falda negra por encima de las rodilla, una camisa de cuadros blancos y negros. Su pelo estaba perfectamente ondulado, parecía que se acababa de arreglar.
Y mierda, ese labial rojo...
Tenía su mirada baja, fija en el teléfono. Hasta que llegó a estar a unos pasos de nosotros y por fin levantó su rostro.
Juraría que puso una cara de que acababa de ver al mismísimo diablo cuando se fijó en mis ojos, estaba pálida.
-Hija, te presento a Juan Carlos y a sus hijas María José y Valentina.
Entonces Daniela no había tenido ningún accidente, ella parecía muy bien.
Se alejó de mí por decisión propia.
-V.
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Te amaré (TERMINADA)
Fanfic"En un minuto una persona puede hacerte sentir lo que otra no logró en años, porque es cuestión de química, no de tiempo" Imagina enamorarte de alguien a primera vista, pero no volver a saber absolutamente nada de esa persona durante 3 años... a vec...