"En un minuto una persona puede hacerte sentir lo que otra no logró en años, porque es cuestión de química, no de tiempo"
Imagina enamorarte de alguien a primera vista, pero no volver a saber absolutamente nada de esa persona durante 3 años... a vec...
Toqué la puerta dos veces, por alguna razón me sentía muy nerviosa. Rápidamente la puerta se abrió dejándome ver a la mujer más hermosa de este mundo.
Su cabello estaba recogido y algunos mechones rubios se escapaban por los lados. Tenía unos jeans no tan ajustados y una sudadera gris que hacía que se viera aún más hermosa.
Sus ojos. Joder, esos ojos avellana me estaban volviendo loca.
-Holaaa- saludó con una sonrisa genuina.
-Hola bonita- devolví la sonrisa mientras miraba con lentitud todo su rostro, era como una obra de arte.
-¿Qué tanto me ves pochoclo?- soltó una carcajada.
Sacudí mi cabeza y caí en cuenta de que la había estado viendo como una idiota por un par de minutos.
-Es que te ves muy linda- me sonrojé y llevé una de mis manos a su rostro, quería darle un besito pero justo en ese momento escuché unos pequeños pasitos acercarse hacia nosotras.
-RAMOOOOON- Solté a Calle y fui corriendo a abrazarlo.
Amaba tanto a ese perro panzón.
Mientras lo cargaba Daniela me miró atenta y no pudo evitar soltar una carcajada.
-Al parecer alguien ya me cambió por Ramón- dijo con una mirada acusadora.
-Oh no, a ti no te cambiaría por nadie. Ramón es como un hijo para mí, tonta- lo solté con cuidado y volví a la puerta.
-Que no se te ocurra decir eso y luego olvidarte de él, mira que me lo tomo en serio y soy capaz de demandarte por abandono de hogar- respondió bromeando.
Luego de eso bajamos en el ascensor y no está demás decir que hubo cierta tensión en el ambiente, Calle no paraba de mirarme y aunque eso me ponía nerviosa también me agradaba mucho.
...
-Adelante, señorita Calle- dije con una voz algo graciosa mientras abría la puerta de mi auto.
-Muchas gracias, señorita Poché- respondió Calle con el mismo tono y ambas reímos.
-¿A dónde planeas llevarme?- preguntó mientras conectaba su teléfono al auto.
-Eso es confidencial, por ahora solo concéntrate en disfrutar del paseo- sonreí
-Entonces si no me vas a decir a dónde iremos, al menos dime qué música te gustaría escuchar- hizo un puchero.
-Tú eres la experta en música aquí- respondí
Pensó durante unos segundos y asintió mientras buscaba una canción en su teléfono.
Yo sé que el mundo te acercó a mí Y es que te juro que no soy sin ti. Me muero por mostrarte todo lo que soy Y es que hasta en mi inconsciente puedo darte amor.
Otra vez, vuelvo a soñar contigo Un mundo paralelo al tuyo Quiero estar contigo Prefiero seguir dormido
Transparente como el viento, te apareces en mis sueños. Voy a decirte lo que siento Que me muero por tus besos
Por tus besos
Yo sé que el mundo me acercó a ti
Me muero por mostrarte todo lo que te amo y es que hasta en mi inconsciente puedo darte amor
Otra vez, vuelvo a soñar contigo Un mundo paralelo al tuyo Quiero estar contigo Prefiero seguir dormido
Transparente como el viento Te apareces en mis sueños Voy a decirte lo que siento Que me muero por tus besos Por tus besos Por tus besos
Cuando esa hermosa melodía terminó de sonar, mis ojos de cristalizaron un poco y sentí un ligero escalofrío escaparse por todo mi cuerpo.
-¿Esa canción es tuya?- pregunté sorprendida.
-Si, fue uno de los primeros temas que publiqué y también es uno de mis favoritos.
-Me estoy empezando a hacer fan de tus canciones y de tu voz, no sé porqué nunca te había escuchado antes- sonreí.
-Supongo que el destino no quería que supieras nada de mí hasta hace unos semanas- respondió.
-Tal vez.
Luego de casi una hora de viaje llegamos a aquel lugar, me sentía muy emocionada. De verdad esperaba que a Calle le gustara.
-Wow- susurró cuando nos bajamos del auto.
-¿Te gusta?
-Es hermoso- respondió y me abrazó.
La había llevado a un restaurante que tenía vista al mar y en el que se podía observar perfectamente al sol esconderse.
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Desde hace tiempo quería venir a este lugar, siempre lo veía en fotos y era realmente hermoso.
-¿Vamos?- pregunté y asintió.
Nos tomamos de las manos para caminar poco a poco hasta la mesa que reservé.
-Sushi- respondimos ambas al mismo tiempo y fue inevitable no reír por eso.
El mesero asintió y se fue.
-Empiezo a creer que tú y yo hablamos telepáticamente y no nos damos cuenta- me miró.
-A ver, ¿Qué estoy pensando en este momento?- pregunté
Trató de concentrarse y pasaron un par de minutos.
-Estás pensando en mí- sacó su lengua de manera divertida.
-¿Qué estoy pensando de ti exactamente?- dije curiosa.
-Algo como "Carajo, muero por besarla"- susurró.
-Eso es muy curioso, porque exactamente estoy pensando eso y no desde ahorita, desde que te fui a buscar a tu departamento- respondí y me acerqué lentamente a ella.
Tomó la carta del menú y la puso a un lado de nuestros rostros para que nadie de alrededor nos viera.
Nuestros labios se juntaron en un profundo y tierno beso, nuestras bocas encajaban perfectamente y sentía que estaba volando.
