"En un minuto una persona puede hacerte sentir lo que otra no logró en años, porque es cuestión de química, no de tiempo"
Imagina enamorarte de alguien a primera vista, pero no volver a saber absolutamente nada de esa persona durante 3 años... a vec...
anoche no pude si quiera cerrar mis ojos, estaba pensando en todos mis problemas, aunque no lo parecía, me estaba destruyendo por dentro el hecho de estar obligada a estar con alguien que no quería.
¿qué pasaba si terminaba con el? esa pregunta me atormentaba siempre.
pero venían tantas respuestas a mi cerebro hasta el punto de dolerme la cabeza.
chismes, fans, cámaras, paparazzis.
lo que simplemente podía suceder era un desastre en los medios de comunicación.
aparte del pequeño detalle de que su padre era mi principal patrocinante y seguramente acabaría mi carrera artística en días.
pero luego de esos pensamientos venía a mi mente Poché.
sonreía inconscientemente cada vez que pensaba en ella.
me levanté bastante temprano para preparar el desayuno, quería hacer algo delicioso para Poché, ya que hoy sería algo así como el primer día en el que hablaríamos de manera profunda, sin apuros.
tomé mi teléfono y le escribí
Mensaje para: Poché <3
hola! soy Daniela. Recuerda venir en un rato a mi depa, te estaré esperando. Ah, no desayunes en tu casa, hoy voy a intentar ser chef y quiero que pruebes mi comida ;)
finalmente dejé mi teléfono en la mesa y empecé a hacer mis maravillosos waffles de fresas con un poco de crema.
no es por presumir, pero me habían quedado riquísimos.
justo cuando terminé de servir los platos en la mesa, sonó el timbre. Me miré rápidamente en el espejo, para asegurarme de verme decente y abrí la puerta.
cuando me asomé pude ver a Poché con una sonrisa algo tímida. Tenía su cabello mojado, se notaba que se acababa de bañar.
¿cómo lograba verse tan hermosa recién levantada?
-hola- escuché que habló y empecé a parpadear rápidamente.
¿cuánto tiempo me quedé embobada viéndola? carajo.
-hola Poché, pasa- abrí la puerta y ella entro
-wow, tu departamento es muy lindo, lo decoraste tú?- se quedó mirando la sala
-oh, en realidad mi mamá lo hizo. Yo apenas lo ví por primera vez ayer.
-tú mamá tiene un excelente gusto- sonrió
nos sentamos en la mesa del comedor y empezamos a comer.
-Están deliciosos, me recuerdan a los waffles que hacía mi madre cuando era pequeña- dijo después del segundo bocado
-dónde está tu mamá?- pregunté casi de manera inconsciente tratando de buscar un tema de conversación
-ella... falleció- tosió
-oh, Poché lo siento mucho, no fue mi intenc...- me interrumpió
-no, no. Tranquila- sonrió -ella falleció el día que te conocí, cuando me fuí corriendo, fue por eso, mi hermana me llamó desde el hospital, el cáncer había vuelto pera esta vez sin esperanzas de vida- completó
-supongo que la vida de ambas ha cambiado mucho desde ese día- tomé mi jugo
-Si, eso creo... tú cómo has estado? qué pasó con tu vida después de eso?- me miró fijamente
-Bueno, cuando te fuiste, traté de buscarte por redes sociales, pero no encontré rastro de ti. La siguiente semana te busqué en el parque de nuevo, pero tampoco te vi nunca
-Fue porque me encerré un mes entero en mi casa después de lo de mamá, pero luego de eso fui al parque muchas veces y tampoco te encontré- respondió con el ceño fruncido tratando de recordar
-eso fue porque justo antes de que empezaras a salir de tu casa, me tuve que ir a vivir a Miami- até los cabos
-Miami?- preguntó confundida
-si, solo tenía 17. Pero había participado en un concurso de canto, yo solo quería unas vacaciones en Cancún, pero terminé firmando un contrato con una empresa musical y... bueno, ahora soy cantante- completé
la cara de Poche era un poema, se notaba confundida pero creo que poco a poco entendió todo.
-claro, por eso nunca nos vimos en la calle, aunque siempre te buscaba entre las personas de los lugares a los que iba, nunca te iba a ver porque no estabas aquí- rascó su cabeza
-y por casualidad no escuchaste alguna de mis canciones nunca? no me viste en los videoclips?- pregunté
-Es que yo no escucho canciones en español, las pocas veces que lo hago es porque mi papá coloca música de su época, y también he estado muy sumergida en el trabajo todo este tiempo... o bueno, en realidad soy como una anciana, no sé muy bien el tema de redes sociales y esas cosas- soltó una carcajada
-ya lo noté- reí también
ambas nos miramos fijamente y poco a poco nuestros rostros se fueron acercando, justo cuando empecé a sentir su respiración más cerca de mí, bajó su mirada a mi cuello y sonrió.
no entendía porqué se había detenido y mucho menos porqué sonreía.
-Aún tienes el collar que te di cuando me despedí de ti?- lo señaló
mi mano automáticamente fue hasta mi cuello.
-si, en todo este tiempo no me lo quité. Tiene un significado muy lindo para mí, gracias a él sentía que estabas cerca de mí.
ella sonrió y alzó su mano, señalando algo
-tú... tú aún tienes la pulsera- dije sorprendida
-tampoco me la quité nunca, es muy importante para mí
ambas sonreímos.
pasaron al menos dos horas en las que hablamos de muchas cosas, por fin la estaba conociendo más y cada segundo que pasaba me daba cuenta de la conexión y la increíble cantidad de cosas en común que teníamos.
-por qué me buscaste?- me miró mientras acariciaba a Ramón
-a qué te refieres?- respondí
-el día que nos vimos pudiste olvidarte de mí, podía ser solo una extraña más que te ayudó a salvar a tu perrito, sin embargo, aún me recuerdas
-Aún no tengo respuesta para esa pregunta- alcé mis hombros -podías ser solo una extraña más, una persona más, una chica más. Pero por alguna razón, durante estos tres años mi mente solo ha pensado en ti, pensando en qué habría pasado si te hubiese pedido tu número de teléfono esa mañana, pensando en tus ojos y en tu sonrisa. Y no sé, tal vez estoy loca, pero es la verdad
cuando ella iba a responder a lo que le dije, una llamada a mi teléfono la interrumpió.
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