22. Va a pagar.

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Pov Germán Calle;

Mientras hablaba con Juan Carlos y su hija Valentina, se empezaron a escuchar unos gritos provenientes del primer piso.

Por un momento pensé que era el sonido de la Televisión, pero luego estos fueron aumentando y recordé que mi hija y María José, o Poché como ella la llamó, subieron a hablar.

Inmediatamente todos subimos ya que nos preocupaba lo que sea que estuviera pasando.

Cuando llegamos a la puerta logré escuchar unos murmullos, pero no lograba entender nada.

Toqué y no pasaron ni 5 segundos cuando salió una Poché con el rostro rojo y lágrimas en los ojos.

¿Por qué estaba llorando?

La hermana menor persiguió a Poché, y mientras tanto Juan Carlos y yo nos quedamos viendo a Daniela, que también se veía muy mal.

Ella inmediatamente corrió a abrazarme y yo solo la recibí para consolarla.

-¿Qué fue lo que sucedió?- preguntó Juan Carlos.

-Lo... lo siento mucho señor Juan Carlos, yo no... No quería hacer llorar a Poché- respondió sollozando mientras yo prestaba suma atención a lo que decía.

-¿Por qué la hiciste llorar?- fruncí mi ceño un poco confundido y puedo jurar que al escuchar eso, ella empezó a llorar más.

Intentamos calmarla y la senté en su cama para que respirara un poco.

-Antes de explicarles todo necesito preguntarle al Señor Juan Carlos algo- tomó una respiración profunda -Usted... ¿Ya sabe quién soy yo? ¿Poché le explicó?- lo miró expectante esperando una respuesta.

Él asintió con una ligera sonrisa y eso pareció tranquilizar a mi hija.

Yo me sentía cada vez más confundido, ni en mis clases de matemáticas durante la adolescencia me perdí tanto.

-Bueno, entonces ahora sí puedo explicarles bien- suspiró -Yo... Conocí a María José hace aproximadamente 3 años, un día fui al parque con Ramón, el se intoxicó y ella le salvó la vida. La cosa es que más nunca la volví a ver, pero les juro que no había día en el que no pensara en ella.

Sonreí internamente, porque creo que ya había entendido algunas cosas.

-Luego me fui a Miami por lo de mi carrera, así que las probabilidades de verla se minimizaron. Hasta que volví aquí hace 2 meses y descubrí que ahora somos vecinas.

El destino y sus cosas.

-Poché y yo nos volvimos muy unidas, empezamos a salir y me di cuenta de que realmente la quería. Ella es tan maravillosa, me hace extremadamente feliz.

-¿Y por qué no están juntas?- preguntó Juan Carlos.

-Yo... Tengo un contrato con Franco Smith, es mi patrocinador y hace unos días me amenazó- liberó el aire que tenía retenido en sus pulmones.

-¿Te amenazó con qué exactamente?- pregunté y fruncí mi ceño empezando a sentir un poco de molestia por eso de la amenaza.

-Él me dijo hace unos días que si me seguía viendo con Poché, ella saldría lastimada. Solo está resentido porque yo ya no quiero ser novia de su hijo- respondió en medio de un sollozo.

Entonces mi hija y Poché estaban sufriendo por el egoísmo de ese tipo.

Aunque no conocía completamente a María José, sabía que era una buena persona. Los padres que tenía eran ejemplares, venía de una familia amorosa, comprensiva y muy honesta.

En cambio, Franco Smith... Era un tipo despreciable. Lo conocía por el mundo empresarial, algunas veces cruzamos palabras pero nunca me dió buena espina.

Vi a Juan Carlos y pude sentir el miedo en su rostro luego de que Daniela explicó lo que sucedía. Sabía que le aterraba que algo malo le sucediera a su hija.

-¿Y qué opina María José de todo esto?- pregunté expectante.

-Ella no quiere alejarse de mí, aunque se lo pedí, parece que no me escucha. No quiero que le hagan daño papá.

Traté de tranquilizarla y luego de unos minutos salí de la habitación con Juan Carlos. Llegamos a la sala y el me miró algo preocupado.

-Hablaré con mi hija para que se aleje de la tuya, así ninguna correrá peligro- dijo en voz baja.

-Eso no será necesario, Franco Smith me debe algunos favores. Esta misma tarde iré a hablar con él.

-¿De verdad crees que acceda?- preguntó.

Juan Carlos sabía exactamente quien era él, ambos lo conocimos por el mundo del golf y nunca nos agradó por su egocentrismo, él creía que era el mejor, pero en realidad era pésimo jugando.

(sé que el golf y la música no tienen mucho que ver, pero normalmente a las personas pudientes les gusta este deporte, así que ajá. Sigan leyendo 🧍🏻‍♀️ JAJAJA).

-Tiene que acceder Juan Carlos, no puedo permitir que mi hija y la tuya sufran por la ambición de él.

-Está bien... Sabes que si necesitas ayuda con algo, estaré atento- pareció pensarlo un poco- Ahora iré a buscar a mis hijas, seguramente Valentina llevó a Poché a caminar un poco para tranquilizarla- dijo y asentí.

-Te mantendré al tanto de lo que suceda, amigo. Ha sido un placer verte de nuevo, a pesar de las circunstancias.

-Lo mismo digo, le mandas un saludo Mafe de mi parte- me dió un apretón de manos y en un abrir y cerrar de ojos salió por la puerta.

¿Quién se creía Franco para hacer sufrir a mi hija? En ese momento lamenté tanto el día en el que le permití a Daniela firmar un contrato con él. Supongo que en ese momento solo me importaba su felicidad.
Pero ahora, él va a pagar por todo esto. No me importa si tengo que contratar al mejor abogado de este país.

-V.













Te amaré (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora