- ¿Qué estás haciendo aquí? - nada más abrir la puerta de mi casa vi a Dean sonriéndome desde el interior de su coche.
- Sube.
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- Todavía no has contestado.
- Vengo a llevarte a dar una vuelta.
- ¿Y eso? - pregunté con una leve sonrisa.
- Si te lo dijera no sería una sorpresa.
Nada más subir al coche puse la radio y Dean y yo estuvimos cantando y disfrutando de la música hasta que llegamos.
Al ver a dónde me había traído no pude evitar reírme.
- Eso confirma que he acertado con tu bar favorito de todo el país.
- ¿Cómo lo has sabido?
- De la misma manera que sé que hoy es tu cumpleaños.
Mi ánimo cayó un poco al escuchar eso.
- Llevo sin celebrar mi cumpleaños desde.... - las palabras se atascaron en mi garganta - desde que los vampiros vinieron a por nosotros.
Hacía mucho tiempo que no nombraba en voz alta la noche en la que mi familia fue asesinada.
- Por eso pensé que era buena idea que lo volvieras a celebrar - debió de ver algo en mis ojos porque cambió su tono de voz - Pero si no te apetece podemos volver y...
- No - le interrumpí - Si que me apetece, quiero tener un cumpleaños como cualquier otra persona normal.
Abracé a Dean.
- Gracias.
Me dió un beso en la cabeza y me abrazó más fuerte.
