- Alguien tiene que atraer a Lucifer - explicó Dean.
- Yo lo haré, seré el cebo - dije.
- No - respondió Castiel.
- Es la última pieza que necesita el plan.
- Podrías morir.
- Vosotros sois imprescindibles y no veo a nadie más por aquí. La vida de uno no vale más que la de millones.
- No hay nada que valga la pena si es precio es perderte.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Chicos - miré a los hermanos Winchester - ¿Nos podéis dejar un segundo?
Sam y Dean salieron de la habitación en silencio.
- Cas escúchame.
- No se te ocurra llamarme Cas cuando estás intentando convencerme para meterte en una situación suicida. - sus ojos empezaron a brillar por las lágrimas y se le quebró la voz - Dame tiempo, buscaré otra manera, otro plan.
Pasé mi mano por su mejilla y él cerró los ojos ante el contacto.
- Ojalá, pero no tenemos tiempo. Seré el cebo y cuando Lucifer esté donde queremos saldré lo más rápido posible, lo prometo.
Se acercó a mí y juntó nuestros labios en un delicado beso. La mirada de Castiel me decía que sabía que era improbable que todo saliera como habíamos planeado, pero agradecí que hiciera el esfuerzo y asintiera.
