25 | ❝ʟᴏᴠᴇʀ?❞

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[Dos semanas Después]

—Vamos tarde Jimbo —habló Clara Núñez, dirigiéndose al adolescente que salía de su cochera.

—Esto se vuelve cada vez más complicado —monto su bicicleta y avanzó junto a la castaña por las calles de Arcadia.

Tomar el atajo que ya era típico en sus salidas, Jim Lake Jr tomó su rostro quitando la máscara para respirar. Era Toby de quien realmente se trataba.

—¡Ya no puedo más con esto, apesta! —se quejo el regordete.
—Te toca ser Jim.

—Vamos Toby, acordamos que tu te harías pasar por el en su casa y yo junto a Selene haríamos las tareas de Mercadotrol —Animo Clara.

—Ya pasaron 2 semanas desde que Jim a entrado a las tierras oscuras.

—Y el amuleto no a escogido a nadie más, eso significa que sigue vivo y pronto regresara junto con mi hermanito —Ella era así. Era la esperanza del grupo que poco a poco la estaba perdiendo.

 Era la esperanza del grupo que poco a poco la estaba perdiendo

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Presentación en la clase de la señorita Janeth. El tema a tratar: poesía.

Clara y Toby hicieron su mejor trabajo para poder pasar con una nota satisfactoria aún cuando su cabeza estaba en otro lado que no fuera esa clase y las insistencias de la profesora por "transmitir el sentimiento".

Selene Casperan —llamó la profesora mirando alrededor del teatro para encontrar a su alumna.

Selene levantó la mano siendo hallada por los ojos de la profesora. Entendió que era su turno, tomó su cuaderno donde estaba el poema y subió al escenario.

—Cuando gustes querida —La mayor tomó asiento en una silla desplegable.

Selene miró alrededor carraspeando su garganta para presentarse. Había cantado una canción hace tiempo en su coronación, un poema no le era problema, había leído demasiados en su infancia y no le era de ignorancia.

Solo que este era especial. Soltó un último suspiro y con los ojos puestos en ella, empezó a hablar.

—Dime, si cuelgo las estrellas en mis dedos ¿podría forzar nuestro encuentro? —Recitó haciendo movimientos con sus dedos.
—O si dobló el mundo en dos ¿podría hacer que me caigas del cielo? Y si me pongo de puntitas ¿podría hacer que me veas o al menos creas que pudieras verme como yo te veo? —Hizo juego con lo dicho colocándose de puntitas para seguir la interpretación.
—Tengo mariposas de sobra para los dos y si no te cabe un te quiero te puedo prestar mi voz —llevo su mano con un movimiento suave hacia su pecho mientras recordaba las noches en que las gotas líquidas les caían del cielo pero a ellos sin importarles nada decidieron quedarse ahí porque sentían que ese era su lugar.
—y si tus manos se esconden de las mías podemos jugar a las escondidas ¡Porque te quiero! —alzó la voz tan alto como si aquellas palabras fueran a regresarlo.
—te quiero —susurro nuevamente con la mirada al frente, imaginaba que el estaba ahí y le podía escuchar.
—pero temo que tu me quieres solo... Solo como amiga —finalizó recibiendo una ovación de pie por parte de la señorita Janeth y otros compañeros más.

𝑹𝒆𝒘𝒓𝒊𝒕𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝑺𝒕𝒂𝒓𝒔 | Trollhunters: Relatos De ArcadiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora