08. Questo non sembra buono.

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Esto no pinta bien.

La charla siguió por unas cuantas horas, algunos se empezaron a abrir enseguida como Collonelo, Viper o Lal, otros se mostraban interesados en la conversación aunque no lo demostrara como Verde y el resto estaban a la defensiva, no los culpo.

Vi el cielo empezar a oscurecerse y les ofrecí cenar en mi casa. Pero rechazaron cortésmente mi oferta.

- ¡Heee yo si que quiero ir a cenar a la casa de mi cielo! – dijo Skull mientras se enganchaba a mi pierna como un koala.

- Tu te callas esclavo. – dijo Reborn mientras agarraba del cuello de la chaqueta a Skull y se lo llevaba lejos, no me dijo nada pero si que vi como sutilmente me miraba por el rabillo del ojo.

Verde le siguió en silencio.

- Todavía no me puedo creer que seas el hijo del que tanto habla el jefe kora – dijo Collonelo sin ninguna intención de irse.

- Bueno mi padre puede ser un poco pesado cuando se trata de mama o de mi. – dije con una gotita tipo anime en la cabeza, ya hablaré con ese idiota sobre lo de ir hablando por ahí sobre su familia. Solo sabe causar problemas.

Lal golpeó la cabeza de Collonelo por su comentario dejándolo desmayado.

- Deja de decir estupideces, meterás en problemas a Iemitsu. Siento el comentario que ha hecho este idiota.

- No te preocupes, no es culpa suya sino del idiota de mi padre por decir cosas que mejor no quiero ni saber.

- Nosotros nos vamos, gracias por la invitación pero me temo que tenemos que rechazarla.

- No te preocupes Lal y no me trates de usted, soy más joven que tú. Otra vez será. Por cierto, ha sido un placer conoceros, podrías decírselo a los que ya se han ido.

- Igual. – me respondió Lal mientras se sonrrojaba un poco. Ambos se fueron.

Viper se me acercó y me dio un abrazo, yo me quede un poco es shock pero correspondí a su abrazo, le transmití un poco mis llamas para calmarla. Por lo que se, ella es un arcobaleno muy poco receptiva al contacto físico y que me de un abrazo es algo que necesitaba. Ella no hace nada sin recibir algo a cambio y creo que esa calma era lo que necesita. En cuanto se dio cuenta de lo que estaba haciendo se apartó y disipó su niebla para desaparecer.

- Parece que nos hemos quedado solos ¿no?

- Eso parece.

- Quieres decirme algo verdad, por eso te has quedado.

- Eres demasiado perspicaz. – dijo Fon mientras se sentaba en el banco que anteriormente estábamos sentados, a lo que yo seguí su ejemplo y me senté a su lado.

- ¿Te molesta?

- Para nada cielo. – como lo dijo hizo que algo diese un vuelco en mi interior, se que no lo hizo con la intención de ligar ni nada ¡pero es imposible no sentirlo así!

- Quiero darte esto, gracias por la manta. – dijo mientras sacaba de una de sus mangas la manta que le puse la noche anterior y me la extendía.

- No hay de que pero ¿cómo supiste que fui yo? – pregunte ante mi duda, no creo que me hubiese pillado. Me aseguré de que estuviese dormido y bajé mi presencia al mínimo.

- Dejaste un leve rastro de llamas. – me sentí muy avergonzado y bajé mi rostro para que no viese mi sonrojo. Ante mis acciones pude escuchar una leve sonrisa.

- Lo siento por eso. – dije.

- No te preocupes, gracias a eso dormí bien.

- Me alegro entonces. – contesté todavía sin mirarle, seguía avergonzado y sonrojado.

UN NUOVO CIELO PER GLI ARCOBALENIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora