El Guerrero de los Vulturis // ¿Jacob x Edward? //

" Madrugada "

  El plan de Jacob era muy sencillo, pedir a Lina y sus secuaces a cambio del perdón de los Cullen. Sabía que Carlisle, Esme y Emmett estaban en contra de la idea de matarles, pero lucharían por su clan si las cosas se torcían. Si eso llegaba a suceder debía acabar con ellos y él deseaba con todas sus fuerzas no hacerlo. Tenía cariño a todos, unos más que otros, como Alice y Edward. Jamás creyó sentir ese resentimiento contra ambos.

  Iría a hablar con ellos al caer la madrugada, a esas horas el bosque estaba vacío y no involucraría a nadie en una pelea. Alec se negó en rotundo, nunca le iba a dejar solo contra ellos y acordaron vigilar los alrededores y salir si las cosas se ponían feas. Jacob accedió cuando Samanta informó de que Aro había proclamado a Alec líder absoluto del grupo para dicha misión. Aunque sabía que su chico no haría nada sin consultarle.

  Faltaban dos horas para el momento acordado, se quedó solo en la habitación mientras los vampiros salían a alimentarse, todos menos uno.

  Percibió sus brazos rodeando su cintura con suavidad y su barbilla contra su hombro, Alec era un poco más bajo que él. Jacob afianzó los brazos del vampiro en torno suyo.

  —Creía que estabas con ellos.

  —¿Y perderme el quedarme a solas contigo? Ni loco —depositó un beso en el lateral de su cuello provocando la risa de Jacob—. Sé lo mucho que te preocupa el hecho de que no haya un acuerdo y debamos entrar en una pelea. Tengo la esperanza de que Edward utilice el sentido común del que tanto presume.

  —No lo sé, no creo que quiera poner en riesgo a su familia. Además, se le ve tan bien con Bella, son felices.

  —Si las cosas no son como esperamos aléjate —Jacob le observó por encima de su hombro—. No deseo que participes en eso.

  —Sabes que no lo haré.

  —Estaremos los demás, podemos ocuparnos —se giró para quedar frente a Alec.

  —Por eso mismo, no abandonaré una lucha mientras tú participes en ella. Aunque sea solo para mantenerte a salvo me quedaré.

  Alec no pudo evitar la sonrisa que se dibujó en su boca. Con un rápido movimiento se echó hacia delante mordiendo el labio de Jacob.

  —Eres realmente perfecto, pero no busco mi seguridad sino la tuya.

  —Ya te creí perdido una vez, Alec, y no te imaginas cuánto me dolió.

  —Lo sé. Yo pensaba que te irías de nuevo con él, hasta ese momento no me di cuenta de lo que era el verdadero dolor.

  —No voy a negarte que le quería cuando llegamos, pero entendí que lo que anhelaba era el recuerdo de lo que tuve con él porque en realidad hacía meses que estaba enamorado de ti.

  Y no hubo tiempo para más palabras porque la boca de Alec atrapó la suya con tanta urgencia que supo lo mucho que el vampiro se había contenido para ser solo su mejor amigo cuando en realidad se moría de ganas por besarle.

  Jacob situó las manos en la espalda de Alec para aproximarle a su cuerpo a lo que Alec accedió con gusto. Entonces el chico entendió que todo lo que no había sentido en su último beso con Edward lo estaba experimentado con intensidad con Alec. El vampiro se retiró aunque sus labios seguían en contacto.

  —Me estás haciendo conocer una parte de mí que desconocía.

  —¿A qué te refieres?

  —Antes era esquivo, frío y solitario. No me agradaba la gente ni sabía lo que era el amor, pero gracias a ti empiezo a ser todo lo contrario. Anhelo tu compañía, tu risa y tu tacto; quiero tu forma de vida, ser parte de tu familia.