El Guerrero de los Vulturis // ¿Jacob x Edward? //

" El Final "

  Jacob no movió ni un músculo esperando a que Edward detuviera sus pasos. Se acercaba con paso lento, expresión seria y los ojos clavados en el chico con fijación.

  —Jacob —murmuró en un hilo de voz que demostraba lo mucho que sentía al estar cerca de él, el amor que no se había evaporado y que le llevó a cegarse por el odio y el rencor de saberle con otro.

  —¿Qué quieres?

  —Sé lo de la casa —señaló a la profundidad del bosque, tras la espalda de Jacob—. No puedo creerlo, ¿qué ha pasado para que todo acabe así?

  Jacob se cruzó de brazos al tiempo que bajaba la cabeza, sonriendo con ironía. Antes esa pregunta le hubiera dolido, sin embargo, ahora no significaba nada.

  —Esa pregunta ya no tiene sentido. Lo dejaste todo por proteger a Bella, pero se te olvidó protegerme a mí, a lo nuestro. Creíste que no volverías a verme y fingías en tu vida diaria no recordarme, pero no era así.

  —Si me hubieras dejado quererte de nuevo... —Jacob elevó una mano para detenerle.

  —Tú no fuiste el que hizo que me enamorase de Alec, de eso se encargó él solo —sonrió al pensar en su chico—. Tú te encargaste de matar lo poco que quedaba de mi amor por ti al regresar.

  —Tienes razón, me dejé envolver por la historia de Bella. Si pensaba que tú eras quien se había ido no me dolería tanto el perderte. Pero al volver supe que no podría querer a nadie como a ti. Si aún tuviera una oportunidad de estar contigo no dudaría en tomarla.

  Jacob rio de manera irónica, se preguntaba si Edward realmente pensaba que con esas pocas palabras iba a abandonar su plena felicidad por él.

  —No la tienes, y creo que nunca la has tenido. El tonto fui yo por no darme cuenta de que la lealtad que sentía hacia Alec no era simplemente eso. Estaba empeñado en que tú eras el amor de mi vida, tanto que no veía que lo tenía junto a mí —Edward contrajo el rostro en un gesto de desagrado y dolor—. Lo siento, pero es necesario que sea sincero contigo.

  —Aunque no lo creas no he venido para pedirte otra oportunidad sino para despedirme —Jacob enarcó una ceja, confundido—. Bella no pudo ir a la universidad tras la boda así que vamos a irnos un tiempo a Alaska para que pueda estudiar. Ella no tiene que pagar mi mal humor por saber que has escogido a Alec.

  —¿Os vais todos?

  —Alice y Jasper vienen con nosotros, el resto se queda.

  —Os deseo un buen viaje y una feliz eternidad —sonrió con sinceridad, Edward dio un paso hacia él para acariciar su sien hasta la mejilla.

  —No supe valorarte, Jacob, y ese ha sido mi mayor error. Espero que siempre sepa cómo conservar esa luz en tus ojos, te ves tan feliz.

  —Soy feliz —confirmó con una inmensa sonrisa.

  —Lo sé, te conozco lo suficiente para saberlo. No hace falta que lea tu mente para saber que estás loco por él.

  Edward apartó la mano de su cara y la alargó frente a él sonriendo por primera vez desde que llegó. Jacob la estrechó sintiendo que había cerrado un capítulo de su pasado.

  —Puedes contar conmigo para lo que quieras. Siempre serás importante para mí, Jacob.

  Se despidieron unos segundos más tarde. Jacob pasó media hora recogiendo gran parte de las cosas que tenía en su antigua habitación. Abrazó a su padre, quien le observaba con el orgullo pintado en la cara, y salió para su nueva casa.