" El Amor De Alec "

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  Alec volvió casi una hora después, no sabía si era correcto entrar a su habitación o si a Jacob le molestaría, pero quería saber si estaba dormido o si necesitaba algo. Se detuvo al principio del pasillo que conducía a la habitación de su amigo, todo estaba sumido en un agradable silencio. De imprevisto un desagradable olor le invadió como un vendaval, no le molestaba porque fuera asqueroso, le molestaba porque se trataba del aroma de Edward y se encontraba a poca distancia del cuarto de Jacob. Sin dudarlo se aproximó hasta la puerta.

  Al abrirla encontró a su amigo sentado en el suelo apoyado contra la cama, la barbilla sobre sus rodillas y los ojos rojos de haber llorado. Alec se arrodilló rápidamente, Jacob le miró sin decir nada y sonrió. El vampiro le atrajo hacia si en un abrazo, el primero que se daban en cinco años de amistad.

  Jacob se dejó atraer sobre el pecho de Alec quien rodeó su torso por completo. Había llorado todo lo que no lo hizo en el pasado y ahora se sentía reconfortado por ese abrazo.

  Alec, mientras aspiraba el olor del pelo del chico con los ojos cerrados, imaginó varias veces cómo sería sentir su calidez en su piel y ese abrazo le estaba dando la vida que creyó perder siglos atrás. Pero no podía ser del todo feliz si Jacob estaba sufriendo. Se centró en el sonido de su corazón el cual iba a un ritmo normal en el lobo, y en su respiración, que se iba acompasando cada vez más. Pensó que se quedaría dormido contra él, pero la suave voz del chico le indicó lo contrario.

  —Hubiera querido que estuvieras aquí. Duele menos de lo que pensaba, pero todavía duele.

  —Sé que aún le quieres. Y puede que él a ti.

  —Está casado, con Bella —dijo como si no lo supiera, Alec le abrazó más fuerte—. No puedo perdonarle.

  —Si Bella no fuera un obstáculo, ¿le darías otra oportunidad? —Jacob se removió para poder ver su cara, pero sin salir del abrazo.

  —¿Vas a librarte de ella? —el vampiro negó con una sonrisa.

  —No. Al menos que quieras que lo haga.

  —¿Hablas en serio? ¿Lo harías solo por ayudarme?

  —Bueno, todos sabemos que Bella es un poco insoportable y desde que es una vampiro ni te cuento.

  —Bella no tiene la culpa de que Edward sea un cobarde. Si él me quisiera lucharía. No podría volver con él solo porque Bella desaparezca del medio, eso sería como si aceptara que nunca fui más importante que ella para Edward.

  —Estoy de acuerdo —Alec no se movió para que su amigo no se separara de su cuerpo—. Tal vez sea mejor que me ocupe del trato con los Cullen.

  —Yo también lo haré, no quiero darles el gusto de que crean que son capaces de hacerme daño.

  —Está bien.

  Jacob por fin se apartó sentándose al lado de Alec quien con su ausencia se sentía más frío de lo normal. Fijó los ojos en la pared para no someterse al impulso de volver a abrazarle.

  —¿Cómo ha ido la caza? ¿Se han comportado?

  —Samanta se ha comido un ciervo —explicó sin dejar de mirar la pared, la risa de Jacob sonaba más suave y sin fuerza que otras veces—, dice que quería probar como era la sangre animal, pero creo que lo hace para que le des el visto bueno.

  —¿Y tú? ¿No te interesa saber si un animal sabe mejor que un humano?

  —Imposible, un humano es mejor.

  —Pero tu mejor amigo es humano —se quejó en tono de broma—. Es como si al comerte a alguien lo hicieras conmigo.

  Alec se tensó, se imaginó a Jacob bajo su cuerpo con las muñecas atrapadas entre sus manos, oliendo su cuello al tiempo que el lobo susurraba su nombre con deseo. Jacob continuaba hablando ajeno a los pensamientos de su amigo.

  El Guerrero de los Vulturis // ¿Jacob x Edward? //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora