Cuando Alec cruzó la puerta de la gran sala el color anaranjado del atardecer bañaba la estancia provocando sombras en los rincones y alargaba las de los tronos. Si hubiera sido la primera vez que entraba allí hubiese tenido un escalofrío.
Había dejado a Jacob durmiendo en su pequeño cuarto, se encontraba tan cansado que se quedó dormido al tocar el colchón. Su idea era trasladar esa cama a su habitación y tenerle lo más cerca posible de él.
Aro permanecía de pie frente a su trono con los otros líderes a cada lado ocupando sus respectivos asientos. Aro sonrió al ver a Alec entrar.
—Bienvenido, bienvenido —saludó con alegría—. Temía no volver a verte cuando vi los pensamientos de Samanta. Me condenó el saber que te habían abandonado a tu suerte obligando a Jacob a no poder salvarte. ¿Has perdonado su crimen?
—En cierta manera, sí.
—Alec, eres más compasivo de lo que suponía.
—Quiero pedirte algo —interrumpió lo que supo iba a ser uno de los monólogos habituales de Aro—. Deseo trasladarme a Forks, más concretamente a La Push.
—¿La qué? —cuestionó el líder.
—¿De qué estás hablando? —soltó Jane desde la parte de atrás, saliendo de las sombras aunque Alec ya sabía que se encontraba allí.
—Aro, estoy pidiendo mi traslado junto a Jacob a La Push. Ese es su hogar.
—¿Por qué ibas a querer vivir allí? —Alec fijó la mirada un segundo en todos los presentes, sabía que su confesión iba a marcar un antes y un después.
—Jacob y yo queremos vivir allí.
—¿Para controlar a los Cullen? —Aro elevó las manos en un gesto vacío—. Carlisle ha enviado una carta pidiendo sus más sinceras disculpas. Es un nostálgico.
—No. Podemos estar pendientes de sus movimientos, pero lo que queremos es vivir solos. Juntos.
Silencio. Alec podía escuchar los sonidos de la estructura del palacio, el canto de los pájaros en los tejados y los murmullos de voces lejanas. Se relajó cuando percibió el suave sonido de la respiración de Jacob en el piso de arriba.
—Jacob es mi pareja.
Caius fue el primero en reaccionar, se colocó frente a Alec con la ira brillando en sus ojos.
—¿Pretendes que te matemos?
—No he cometido ningún crimen.
—Un lobo es la peor y más baja especie que existe. Son inestables y peligrosos.
—Jacob no es así —respondió ofendido—. Lleva años con nosotros y nunca nos ha hecho daño.
—Y por eso te lanzas a sus brazos, dime Alec, ¿vas a esperarle en casa con la comida sobre la mesa?
El nombrado dio un paso hacia delante apretando los dientes, Caius no se quedó atrás, agarró a Alec del cuello y lo lanzó contra el suelo levantando una hilera de baldosas a su paso. Alec se incorporó de un salto y corrió hacia él, atrapó el cuerpo del vampiro en un abrazo de hierro mientras lo empujaba contra el trono que dejó abollado por la fuerza que ejercía. Jane quería ayudar a Alec, pero no paraba de cambiar la mirada de él hacia Aro que parecía disfrutar con la disputa.
Félix dio un paso hacia ellos, sentía que le debía cierta lealtad a Alec. Caius se valió de su trono para propinar una patada al pecho ajeno haciendo que Alec se tambaleara hacia atrás, el vampiro se situó sobre Alec con la intención de acabar con él, pero la voz de Aro le detuvo.
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El Guerrero de los Vulturis // ¿Jacob x Edward? //
FanfictionPensaban que su historia era de esas que tras superar varios obstáculos estaban destinadas a durar toda la eternidad, pero al presentarse un obstáculo mayor iban a saber de qué estaba hecho su amor. Jacob había dado todo por Edward, sin embargo, e...