El Guerrero de los Vulturis // ¿Jacob x Edward? //

" Dos Días "

  Cuando despertó la oscuridad ya se había adueñado de la estancia y Alec no estaba junto a él. Su cuerpo estaba cubierto por una fina manta que no recordaba haber tenido unas horas antes, ni siquiera recordaba haberse quedado dormido.

  Arrastró los pies hasta la cocina donde se encontró con la espalda de Alec, sonrió al comprobar que su novio sólo llevaba puestos unos pantalones. Le abrazó y dejó un par de besos en los hombros del vampiro. La risa de Alec no tardó en hacerse oír.

  —¿Has dormido bien? —el chico hizo un sonido afirmativo mientras miraba la tarea que su novio tenía entre manos, preparaba la carne picada para hacer hamburguesas.

  —Parece que hacia siglos que no dormía, pero has sido el mejor remedio —Alec le propinó un suave codazo en el costado—. Me voy a la ducha, puedes venir si te apetece.

  Le guiñó un ojo de manera pícara y Alec sonrió.

  —No me tientes —se burló—. La cena estará lista en una hora, date prisa.

  Ya en la mesa, Alec contemplaba a su novio al tiempo en que este devoraba una hamburguesa con todos los ingredientes posibles en su interior, pero la mente de Jacob no paraba de dar vueltas. Elevó la vista hacia Alec y la sonrisa del vampiro se esfumó.

  —¿Qué ocurre?

  —Tengo miedo —confesó, Alec palmeó su mano entendiendo el porqué—. Si te pasa algo no sabré cómo vivir.

  —Jacob, si me pasa algo vivirás por mí, ¿de acuerdo? No quiero que renuncies a nada solo porque yo no esté a tu lado.

  —¿Sólo? Vivir sin ti es demasiado —Alec sonrió.

  —Lo hiciste durante gran parte de tu vida, podrás hacerlo otra vez —el chico soltó la comida para sostener la mano de su novio con fuerza.

  —Antes era diferente, tenía una amiga que creía que era leal y un novio que parecía dar la vida por mí, pero eso era solo una gran mentira. No puedes compararte a ellos, ¿no lo entiendes? Quitando a mi padre eres lo único que tengo, no solo eres mi mejor amigo, Alec, eres parte de mí y nadie puede vivir a la mitad.

  —Lo entiendo mejor que nadie. Llevo años esperando que te fijes en mí, ¿y ahora que lo tengo todo debo morir? Creo que no es justo.

  —Voy a matar a Bella —dio un golpe en la mesa creando una pequeña grieta en la madera.

  —Primero el coche y ahora la mesa —comentó Alec divertido—. Tengo que comprarte un saco de boxeo.

  Jacob se cruzó de brazos, molesto mientras se apoyaba en el respaldo de la silla alejándose de Alec.

  —No tiene gracia —replicó malhumorado. Alec se puso en pie y rodeó sus hombros dejando su barbilla sobre ellos.

  —No la tiene, Jacob, pero si ese es el final no tiene remedio. Prométeme que si ocurre no atacarás a Bella, y no es porque la aprecie, sino porque te harían daño a ti.

  —Eso no me importa, si te pasa algo la... —Alec colocó la mano sobre su boca para que se mantuviera en silencio.

  —Si me pasa algo no harás nada. Pero te prometo que haré todo lo que esté en mi mano para que eso no suceda. Iré a ver a Carlisle y si hace falta que me quede en su casa lo haré por ti —besó la mejilla de Jacob antes de continuar—. Y si nos quedan dos días para estar juntos lo importante es que los aprovechemos al máximo, ¿no? No quiero verte con esa cara.

  Jacob se giró para encararle, el vampiro se quedó quieto observando los ojos de su novio.

  —¿Qué cara pondrías si fuera yo en tu lugar? —Alec frunció el ceño por un segundo, de inmediato dibujó una sonrisa y besó la frente del chico.