De camino al coche estacionado en el borde de la carretera, ambos notaban algo extraño en el ambiente.
Alec fue el primero en darse cuenta de lo que ocurría. Notaba la tensión en el rostro de su amigo quien observaba cada lado como si esperase que algo se abalanzara sobre ellos.
Continuó andando aunque bajó el ritmo de sus pasos, los años que llevaba en los vulturis le habían enseñado a distinguir cuando alguien le estaba siguiendo. Escuchaba dedos deslizarse en la corteza de los árboles, olía la esencia que había captado en casa de los Cullen y de pronto supo que cinco vampiros intentaban darles caza.
Se giró con un brusco movimiento enredando a Jacob con un brazo y situándole tras él. El chico, que aguardaba atento cualquier ataque del lado opuesto a Alec, se quedó un tanto impresionado por un gesto tan repentino.
—¿Alec? —susurró.
—Nos están siguiendo. Mantente a mi lado.
—Está bien, puedo protegernos —adelantó un pie para tomar el lado del vampiro, pero este le detuvo.
—Son los aliados de los Cullen, te buscan a ti. Quieren hacerte daño.
—Lo haremos juntos, como siempre.
—No me gusta esta situación, Jacob. Noto algo raro.
En cuanto las palabras salieron de su boca su mal presentimiento comenzó a tomar forma. Poco a poco los vampiros empezaron a dejarse ver entre los troncos con sus sonrisas malintencionadas. La mujer que atacó a Jacob incitada por Bella fue la primera en adelantarse.
—Me gusta oír eso, Alec, porque esto no tiene buena pinta para vosotros. Esta vez Jane no podrá salvarte.
Jacob arrojó la camiseta a los pies de Alec antes de transformarse en lobo. La vampira sonrió con desprecio.
—Siento que Lina no vaya a ver como te arrancamos la piel —trató de llegar a él, pero las sombras la envolvieron haciendo que cayera de rodillas con una expresión de terror absoluto. Alec hizo un gesto al lobo para que se ocupara del primero que presentara un problema.
Pero ninguno dio el paso para ser devorado por las fauces de un inmenso lobo. Alec, más aliviado y sin dejar de usar su don, se aproximó a la mujer. Colocó las manos en su cuello y antes de proceder a la ejecución, retiró las sombras para que la vampira pudiera ver su final. El grito llenó el bosque y sus compañeros sintieron la fuerza de la venganza en su interior.
Cuando Alec lanzó la cabeza lejos de ellos una voz recriminando sus actos cruzó el aire, pero no miró a Edward sino a Jacob. La llegada de este había provocado una distracción en todos los presentes que aprovecharon para cambiar posiciones.
Uno se escapó en la dirección opuesta de Alec, otra se precipitó contra el lobo buscando su propia muerte, pero cuando el vulturi quiso correr hasta su amigo percibió como sus manos eran aferradas a su espalda. El vampiro que huyó le sostenía por detrás mientras una mujer yacía sobre los hombros de Alec lista para matarlo.
—¿Qué vas a hacer ahora? —provocó a Jacob quien cambió de fase de inmediato.
—Déjalo —suplicó al tiempo que posaba los ojos en los de Alec—. Déjalo ir.
—Jacob, vámonos —Edward sostuvo su brazo, pero el chico se liberó de una sacudida.
—Alec...
Trató de llegar a él, sin embargo, alguien estaba ayudando a Edward en conducirlo lejos de allí.
—¡Jacob! —gritó Alec mientras el chico luchaba por huir de esas manos que se cerraban sobre él como puños de hierro.
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El Guerrero de los Vulturis // ¿Jacob x Edward? //
Fiksi PenggemarPensaban que su historia era de esas que tras superar varios obstáculos estaban destinadas a durar toda la eternidad, pero al presentarse un obstáculo mayor iban a saber de qué estaba hecho su amor. Jacob había dado todo por Edward, sin embargo, e...