IX

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-¿Chicos?- Ni-ki tocó la puerta arruinando el momento de aquellos dos, rápidamente se separaron.

-Ya vamos, ustedes estén bajando a la recepción, no tardaremos- Jake aún estaba sin zapatos. 

-Bien, si no bajan de 10 minutos vendré a llevarlos sin importar que estén listos o no, así que mejor se apuran- y los pasos se alejaron. 

Jake suspiró volviendo a sentarse en aquella cama, sus zapatos ya estaban elegidos, así que se los puso rápidamente empezando a amarrarlos. 

-Déjame hacerlo- Sunghoon se arrodilló en una pierna justo en su enfrente colocando el piececito de Jake en su rodilla para así poder amarrar sus agujetas.

Jake se sintió algo raro, de la noche a la mañana Sunghoon es más atento y servicial. 

-Puedo hacerlo solo- intentó rechazar la oferta de Sunghoon para amarrarle las agujetas, pero este se negó. 

-Nop, obviamente puedes, tú lo haces todo bien, pero yo quiero hacerlo por ti- y siguió con el siguiente zapato hasta que por fin estaba listo. 

Jake no habló, si que sintió sus mejillas calientes, pero intentaba ocultar la clara sonrisa que se formaba en su rostro. 

-Listo- se paró sonriente, ¿el rostro sonrojado de Jake siempre fue tan hermoso? Quería llenarlo de besitos para que así ese tinte no se vaya de su piel. 

-Gracias- se paró arreglando su cabello mientras miraba el suelo, sintió vergüenza si miraba los ojos de Sunghoon.

-Lo haría todo por ti. 

¿Desde cuándo piensas así? ¿Desde que quise alejarme?... ¿Lo que dices es real? 

Jake estaba confundido, no creía todas las palabras que Sunghoon decía, sentía que era alguna clase de truco y es que Sunghoon nunca le había hablado así de atento y cariñoso. 

-Bajemos de una vez- tomó su bolso para bajar a donde los esperaba el mánager. 

-Primero dame un beso- se colocó en frente de la puerta impidiéndole salir de la habitación. 

-Sunghoon...No puedo hacer eso- y es que le daba vergüenza.

-Está bien, puedo hacerlo yo- tomó su cintura entre sus manos cambiando posiciones colocando a Jake contra la puerta de la habitación, hizo chocar frente con frente mirando aquellos ojos cafés que tanto le habían encantado desde el primer día. 

-Sunghoon, tenemos que bajar...- estaba algo feliz, pero seguía enojado con él, colocó sus manos en los hombros de Jake para así poder alejarlo de su rostro, su rostro estaba ardiendo, sus mejillas más que todo.

-Aún tenemos 7 minutos- se acercó nuevamente en contra de la fuerza en los brazos de Jake, se acercó a su rostro y antes de besar sus labios expresados ​​en los ojos cerrados de Jake esperando sus acciones, sonrió antes de hacer chocar sus labios.

Los labios de Jake estaban más suaves de lo usual, estaban humectados y con un delicioso sabor a durazno, como siempre, era dulce.

Empezó a mover sus labios en una lenta parsimonia que hipnotizó a Jake, haciéndolo soltar de su agarre en la chaqueta de Sunghoon, lentamente empezó a corresponder aquel beso llevando sus manos a la nuca de Sunghoon, quería que ese beso nunca terminase, pero no podía decírselo, le daba vergüenza hacerlo. 

Poco tiempo pasó hasta que se separaron, ambos con la respiración entrecortada y corazones acelerados, Jake estaba con las mejillas rojas. 

-¿Vamos?- Sunghoon fue el que se separó para bajar con los demás, pero Jake se lo impidió jalando del cuello de su chaqueta para abrazar su cuello y volver a besarlo dejando todo su orgullo en ese beso.

Sunghoon sonrió satisfecho, su plan era darle un beso muy delicado para que Jake se desespere y tome la iniciativa, su plan funcionó como siempre.

Volvió a sostener la cintura de su mayor y lo pegó aún más a él, el beso era un poco mas hambriento y tímido de parte de Jake.

-A-ahora si vamos- se separó con las mejillas rojas y una sonrisa muy tenue y escapó de aquella habitación. 

-Vamos- tocó sus labios, era feliz cuando estaba con Jake, era malditamente feliz y quería golpearse en la cabeza por no encontrado dado cuenta hasta ahora que ese lindo chico castaño con lechosa piel era su alma gemela.

Estaban saliendo de la habitación hasta los ascensores, Sunghoon se atrevió a tomar la mano de Jake durante todo lo que restaba hasta llegar al primer piso donde los esperaban los demás, tenían dos minutos según la cuenta regresiva de Ni-ki así que todo estaba bien, llegarían a tiempo.

-Quiero decirles a los demás- Sunghoon habló de la nada antes de entrar al elevador.

-¿Q-qué?- Jake estaba algo asombrado por las repentinas palabras de Sunghoon, había aceptado que Sunghoon tomara su mano, de todos modos lo hacían muy a menudo aún antes de que empezaran los besos. 

-Sí, quiero que sepan que eres mío de mí, que nadie puede tocar ni un solo pelo de tu cuerpecito- reforzó el agarre en su mano. 

-¿No tienes miedo a decirles?- antes Sunghoon le decía que si en algún momento llegaba a tener pareja sería muy difícil de anunciar a los demás miembros y familia. 

-¿Por qué lo debería tener? Tú estas a mi lado, no le tendré miedo a nada si te quedas a mi lado, seré fuerte por ambos cuando estés cansado, te levantaré todas las mañanas y si mi familia por alguna razón no te acepta entonces ¿Qué importa? Es mi felicidad y vida, no la de ellos, soy feliz estando a tu lado. 

Esas palabras flecharon una vez más a Jake, no sabía que Sunghoon podía decir cosas tan bonitas, ocultó su sonrojado rostro mirando para otro lado, tan solo faltaban cuatro pisos para llegar al primero.

-Desde que descubrí que te amo no pienso dejarte ir y haré todo lo necesario para que piense lo mismo- besó su mano que aún estaba entrelazada con la suya. 

-Si... Yo... también- quería completar la frase, pero su timidez se lo impedía, agitó su cabeza y se decidió a hacerlo

-También te amo- sus ojos conectaron nuevamente, miles de fuegos artificiales explotaban en ambos corazones al momento de cruzar miradas. 

No sé si lo que dices es real o no, pero aunque esto sea una mentira, estaré feliz de vivirla.

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Engene vieron el último post de Jake, dijo que ya se encuentra bien

ᴘᴇʀᴅᴇᴅᴏʀ - ᴊᴀᴋᴇʜᴏᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora