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Melanie
Aeropuerto de Washington, agosto 22, 02:12.
Siempre me ha gustado viajar por vuelos comerciales porqué cuando viajo en el jet privado siempre tengo encima a las azafatas preguntando si necesito algo y cosas parecidas, en un vuelo comercial no, soy solo un cliente mas, nadie te habla de mas y cada quien va en lo suyo.
Escucho música mientras leo las noticias que antes odiaba porqué se meten en la vida de las personas sin consentimiento pero que ahora amo por reportajes como...
<<"El fin de mes nos sonríe con la ultimas fotos de los mellizos Hoffmann caminando de la mano del Dr.Hoffmann en la orilla de alguna playa en Hawaii. Los pequeños que llevan el nombre de su padre son iconos de la redes sociales gracias a las cara chistosas que le hacen a los paparazzis.">>
Deslizo el dedo y sonrío viendo las fotos, ambos son bastante altos para tener casi tres años, tienen un cuerpo hermoso, cabello negro hermoso y ojos azules expresivos hermosos. En la primera imagen aparece Steel Ethan con la cabeza acostada en el hombro de su papá, —a Steel no se le ve la cara— pero el niño en su hombro tiene los ojos cruzados recordándome a una chica en particular y el pequeño que lleva en la mano le saca la lengua a las cámaras.
Las siguientes fotos son de Steel borroso tapándole la cara a los niños y me siento mal por ver las fotos ya que están metiéndose en su vida privada pero... no puedo evitar no verlas.
No me miento a mi misma, dos años atrás pensaba mucho en Steel y llegue a la conclusión de que estaba enamorada de él, —también lo de Sunshine fue un golpe difícil de asimilar, éramos confidentes y cuando se fue pensé que todo se me quemara dentro— pero ya no pienso tanto en él ya que pienso mucho en sus niños.
Aveces me gusta imaginar sus voces, imaginar si son así con todos a como son con los paparazzis y me pregunto que tan inteligentes son.
— Vuelo 1237 con destino a Suiza, último llamado. —dice la voz que resuena en todo el lugar.
Tomo la maleta que llevo y corro como si me siguiera el diablo entre la gente, voy diciendo: "Lo siento" hasta que llego a la puerta de embarque donde reciben mi pasaporte y entro corriendo, la azafata me conduce a mi asiento de primera clase donde me siento rápido y sin hacer ruido.
Rápido el avión despega y me acuesto en el asiento que se convierte en cama, escucho música mirando por la ventana mientras el suelo ya no se ve nada. Me termino quedando dormida media hora después.
