TÓXICOS
Stark
Junio 9, Washington Estados Unidos.
Siempre he estado seguro de lo que ocurre dentro de mi, siempre he conocido ese calentar que corre por mis venas cada que la tengo cerca, siempre he mirado sus ojos y he querido por primera vez, no se lo que soy.
A veces me pregunto qué hubiera pasado 3 años atrás. Qué hubiera pasado si yo hubiera sido un simple hombre de negocios, ella un soldado cualquiera de gobierno y que ambos hubiéramos sido personas comunes.
Me pregunto si eso hubiera sido en un universo alterno, ahora ella y yo hubiéramos tenido... no se, un niño y tal vez hubiéramos estado haciendo cuentas para el próximo viaje debido a que el verano ya se aproxima y estuviéramos aprendiendo a cuidar de un niño que no habíamos planeado pero que igual hubiera hecho a cualquier pareja común muy feliz.
Pero no.
Yo soy lo que soy y si de mi depende, nunca cambiaría.
No voy a cambiar.
He aprendido a vivir con mis demonios, con mis males, y es algo que he cargado conmigo desde la cuna.
Cuando era mas joven me metia en muchas peleas. Por la mínima provocación. Yo siempre tuve claro el por qué lo hacía, y no era porque tenía ganas de pelear.
Tenía ganas de liberar de alguna manera todo lo que debía esconder de la sociedad, todo lo que se tacha de sin moral, sin vergüenzas y malo.
Todo el mundo sería mucho más fácil si todo el mundo gritara al mundo lo que es.
Le doy la vuelta al whisky que gira en torno al vidrio de mi vaso. Me lo llevo a los labios mientras sostengo con los dientes el borde del vaso, con una mano trazo mis pesadillas en el papel que se cubre con las marcas del carboncillo y el dibujo se hace solo.
Lexie D'Angelo.
Porque no hay mal que perdure por infinidad como el que sabes que se aproxima y aun así lo dejas llegar e impactar.
Tres años atrás entre mi oscuridad sabía que la luz en mi vida seguía encendida, sabía que ella no iba a darme la espalda, sin embargo de todas formas cerré la puerta y me atragante todo aquello que ella había causado, Lexie nunca va a darme la espalda y eso es porque ella pelea del lado de la gente que ama y cuando lo hace, lo hace con el corazón.
Ella es demasiado buena, no para mí, para el mundo que cada día se pudre más y se deteriora causando que el infierno de muchos comience abrir y que no sea capaz de cerrarse.
Palabras hay muchas, sin embargo actos pocos y por ello...
Empuño el aro blanco en mi mano, se que ella tiene las cosas claras y aun asi no las tenga, tiene que entender que con quien se metió, que de quien se enamoró puede llegar a quemar el mundo en un ataque de rabia que deja secuelas.