LA MUERTE Y TODOS SUS AMIGOS
Narrador omnisciente
*Importante leerlo todo y despacio. Hay muchas cosas pasando juntas y no puedo hacerlo desde la vista de una sola persona. Disfruten.
Octubre 13.
Tener sueños no es malo, pero vivir de ilusiones es dañino y despertar de esos sueños que en algún punto se vieron lejanos es mucho peor porque es un golpe de realidad.
El avión de Victoria Marchetti fue interferido en el aire, no llevaba ni media hora cuando los misiles comenzaron atacarla, los GPS estaban apagados al igual que los satélites de rastreo por ende, ese vuelo desapareció en la oscuridad de la noche, como una estrella a la que sigues en el cielo y desaparece entre el mar de oscuridad de las otras.
Su respiración está acelerada y sus ojos grises se dilatan cuando sus ojos caen sobre el siciliano que mantiene las manos detrás de su espalda observándola, no dice nada, y ella desarma los rasgos italianos de el Don de la Cosa Nostra.
—¿Cuánto tiempo crees que pasará hasta que tus hijos me rindan respeto y se arrodillen ante el Don de la Cosa Nostra? —pregunta Adriano observando a la mujer de rasgos finos que lleva años caminando de la mano del ministro.
—Nunca, eso nunca, y quiero que lo tengas muy claro. —espeta ella y las sogas le queman las muñecas cuando la madera de la silla no deja que alce las manos cuando le surgen las ganas de matarlo.
—Sabes? Cuando me enteré del embarazo de Sunshine no me sentí de ninguna forma mas que feliz, feliz porque sabia que iba a poder darle donde mas le dolía y acarrear su dolor a Stark y a Steel. —dice en italiano mientras mete las manos en los bolsillos de su pantalón— Me pregunte que le doleria mas a los Hoffmann-Marchetti, encontrar a los bebés de su hermana en su interior muertos o colgando del cordón umbilical entre sus piernas, me pregunté también qué tengo que hacer para que Stark se ciegue tanto y decida acabar el mismo con su vida... —dice acercándose a Victoria y pone los dedos contra su sien imitando un arma— y al otro... a Steel, quiero hacerlo pagar, cortarle la lengua por ocultar la familia, por dañar a mi familia.
Los ojos de la capitana se inundan de lágrimas porque están hablando de sus hijos, de sus nietos y las imágenes presentadas en su mente son desgarradoras y solo la llevan a pensar en cómo la gente desea hacer tantas atrocidades.
—Si vas a matarme hazlo ya, y deja los discursos de villano a un lado. —saca fuerzas enfrentándolo.
—No, claro que no hermosa, sabes todo lo que el ministro hará por mi, tus trillizos y hasta el...
—¿Que no puedes decirlo? —pregunta Victoria— Isaac? —ella se ríe y el monstruo la observa— Siempre ha sido mejor que tu, el, Stark, Steel, y Sunshine... todos siempre serán mejor que tú, porque hasta para ser malo hay que tener principios.