Namjoon y Jimin construyeron un lindo hogar hace diez años, en él crecieron lindos cachorritos.
Jimin está satisfecho con lo que tiene pero Namjoon está aburrido del mismo estilo de vida así que decide cambiarlo, aunque esto afecte a su familia.
Uni...
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—Dime que no acabas de decir eso —respondió Jimin, enfrentando a Namjoon.
—Lo dije en serio, Jimin —no esperaba esa reacción del omega.
— ¡¿ERES IDIOTA O QUÉ MIERDA?! — Namjoon retrocedió ante el comportamiento del omega —Tengo un límite, Namjoon, y tú acabas de sobrepasarlo— lo señaló con el dedo, acercándose peligrosamente al alfa.
—Jimin, no estoy jugando —su voz no sonó tan firme como hubiera esperado.
— ¿Y tú crees que tengo ganas de jugar contigo? Te soporté muchos años, Namjoon, pero estoy cansado. Cansado de ser tu segunda opción...
—Nunca fuiste mi segunda opción, Jimin — el omega levantó la mano, callándolo.
—Mentiroso, eres un maldito mentiroso. Taehyung estuvo por encima de mi desde que llegó —recordó todas esas veces que mintió Namjoon —Siempre me dejaste solo con los cachorros mientras te ibas a revolcar con Taehyung a quién sabe dónde.
Jimin había decidido no callar y enfrentar a Namjoon.
—Cuida la forma en la que me hablas, Jimin —advirtió Namjoon, pero el omega no se inmutó.
—No tienes derecho a decirme que hacer, olvídate de esto y solo acepta las consecuencias de tus actos, Kim Namjoon —rodeó al Alfa para ir en busca del pequeño Kook.
Para la sorpresa de Jimin, Jungkook estaba detrás del sofá en forma fetal. Había oído todo.
—Kook... —lo llamó Jimin, el pequeño Alfa lo miró con los ojos cristalinos.
—Llévame a casa, con Beom... —el labio inferior de Jungkook temblaba.
—Vamos a casa —lo alzó para cargarlo, recargando la cabeza del pequeño en su hombro.
Namjoon solo pudo mirarlos, Jungkook no lo miró con esos ojos que tanto brillaban. Está vez la decepción era clara en su mirada.
Él no es papá... Era la frase que pasaba por la cabeza de Jungkook.
Jimin abrió la puerta, y antes de salir por completo dijo:
—Espero que pienses mejor lo que vas a hacer, si es que quieres recuperar a tus hijos —y sin más, salió dejando al Alfa parado. Sin nada que decir.
El pequeño cuerpo de Jungkook temblaba, nunca imaginó ver el lado oscuro de su padre, o al menos quien se parecía a él físicamente.
Subieron al auto que Jaebeom le había prestado y emprendieron su camino al departamento. Jimin no dijo nada durante el viaje, sabía que Jungkook era muy listo, y ahora lo que necesitaba era espacio para asimilar todo.
Al llegar al edificio, Jungkook corrió al ascensor, Seri saludó a Jimin como de costumbre, el omega le devolvió el saludo y se apresuró para llegar al ascensor. Cuando llegaron a su piso, el pequeño Alfa salió disparado a la puerta del departamento de Jaebeom, tocando como loco. La puerta se abrió dejando ver la figura del Alfa. Llevaba un pants gris y una polera blanca. Tenía los ojos adormilados y el cabello revuelto. Estaba durmiendo.
