Namjoon y Jimin construyeron un lindo hogar hace diez años, en él crecieron lindos cachorritos.
Jimin está satisfecho con lo que tiene pero Namjoon está aburrido del mismo estilo de vida así que decide cambiarlo, aunque esto afecte a su familia.
Uni...
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La tarde anterior se la habían pasado viendo televisión y comiendo papitas. Ahora, se concentrarían en el aseo de la casa, un aseo muy profundo. Jin y Jungkook fingían ayudar a limpiar debajo del sofá, aunque realmente estaban concentrados en sacar al señor Stark de ahí, quien había quedado atrapado luego de que Seokjin lo pateara por la emoción de la victoria de los Vengadores al atrapar a Loki.
Jaebeom se encargaba del baño y la cocina mientras que Jimin aseaba los cuartos. El departamento se llenó en cada rincón de la asombrosa música de Coldplay, animando a la dulce familia y motivándolos por completo.
—Papá, Jungkook le rompió la cabeza al señor Stark, Capitán América va a estar muy triste —Jimin no pudo evitar sonreír ante las ocurrencias de sus pequeños.
Acudió a la ayuda del señor Stark, arreglando lo que Jungkook había destruido. Le gustaba ver a sus cachorritos jugar tranquilos y sin preocuparse si Namjoon volvía a casa hoy o se quedaría fuera. Pensar en él le dejó una sensación extraña, aún no se creía la idea de que se habían separado y ahora, él estaba formando una familia con alguien más.
Fue a ver a Jaebeom, no tenía la camisa puesta debido al calor. Estaba limpiando las paredes del baño con mucha fuerza, dejándole a Jimin disfrutar de una grandiosa vista; sus músculos de la espalda tensándose por la fuerza, su torso desnudo y sudoroso. Se veía realmente sexy.
— ¿Disfrutando la vista, Jimin? —lo sorprendió Jaebeom, quien se había percatado de su presencia unos segundos después.
—Sueñas —respondió el omega, avergonzado por ser descubierto.
—Claro —dejó lo que estaba haciendo y se giró para mirarlo —. Todo esto —se señaló completo —, es tuyo.
Jimin no pudo evitar soltar una carcajada, haciendo sonreír a Jaebeom también. El alfa se acercó y lo tomó por la cintura, el omega dejó sus manos en el pecho desnudo de su pareja. Ambos se miraban con mucha dulzura y tanto afecto, que realmente no les cabía duda de que eran el uno para el otro.
¿Esto era el amor? ¿Finalmente el universo les permitía conocer el amor?
Jaebeom acercó su rostro al de Jimin lentamente, dando un dulce beso que fue profundizándose con el tiempo. Los dedos del menor viajaron al cabello del alfa, tirando suavemente de ellos mientras aquel le apretujaba la cintura, pegando sus caderas y sintiendo sus cuerpos.
—Te amo —soltó Jimin por primera vez en voz alta.
El mayor separó sus rostros de inmediato ¿Había escuchado bien?
— ¿Qué? —preguntó atónito por las palabras del menor.
—Te amo, Lim Jaebeom —repitió Jimin. El alfa tensó la mandíbula.
Bien. Esta no era la reacción que el omega esperaba.
Jaebeom separó sus cuerpos por completo, aflojó el agarre en Jimin y salió del baño a toda prisa. El menor no pudo sentirse más patético, era obvio que Jaebeom no lo quería con la magnitud en la que Jimin lo quería. Había sido iluso y estúpido.
