Namjoon y Jimin construyeron un lindo hogar hace diez años, en él crecieron lindos cachorritos.
Jimin está satisfecho con lo que tiene pero Namjoon está aburrido del mismo estilo de vida así que decide cambiarlo, aunque esto afecte a su familia.
Uni...
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3 días después...
La pareja estaba nerviosa, finalmente admitirían que estaban saliendo y harían oficial su relación.
—Jimin, no tienes porqué forzarte... —repitió Jaebeom por tercera vez, había notado tan nervioso al pobre omega que creía que lo mejor era posponerlo unos días más.
—No, debo hacerlo —respondió firme, decidido a ser feliz junto a la persona que quería.
Tocó el timbre de la casa de Yoongi y Hoseok, después de todo, ellos eran quienes debían saber. Tardaron unos cinco minutos en abrir, era Hoseok y estaba en bata de baño.
—Jimin, que gusto verte —saludó acomodándose el cabello desordenado.
—Tan temprano y ya se echaron su polvo mañanero —se burló el omega, sonrojando al alfa —. Supongo que Yoongi está adentro ¿podemos pasar?
Hoseok se hizo a un lado, dejando pasar a la feliz pareja. Nerviosa, pero feliz.
Yoongi salía de su habitación, con bata y el cabello revuelto. Jimin le sonrió divertido.
— ¿Qué se te ofrece? —preguntó el omega, borrando la sonrisa del más bajo — ¿Qué?
—Jimin, si no quieres, no es necesario que
—Jaebeom y yo estamos saliendo —soltó de repente, callando al alfa.
Silencio. Horrible silencio.
— ¿Qué? —fue lo único que soltó Hoseok.
El omega tomó la mano de su, ahora pareja, demostrando la verdad. A Jaebeom se le enterneció el corazón, era lo más lindo que habían hecho por él. Apretó sus manos, ahora enlazadas para transmitirle toda la seguridad que podía.
—Estamos saliendo —confirmó lo que acababa de decir. Yoongi estaba igual de sorprendido que su esposo.
— F- ¿felicidades? —dijo Hoseok, saliendo del pequeño trance. Yoongi seguía sin creerlo.
—Lo lograste, hijo de... —se limitó a decir.
La pareja no podía creerlo, si bien, Jimin parecía estar aferrado a Namjoon, pero Jaebeom había llegado a romper eso.
Yoongi sabía que gran parte de que Jimin dependiera de su ex pareja fue culpa de su madre. Le bajaba el autoestima y lo hacía menos por ser un omega. Pero algo de lo que no se querían dar cuenta, era que él no era cualquier omega, era un omega dominante. Por eso no cedía tan fácil a los caprichos de Namjoon, no se inmutaba con la voz de mando de su ex pareja, pero Jimin parecía no entender eso.
—Darán una buena descendencia de omegas dominantes y alfas puros —Yoongi sonrió orgulloso.
—Un cachorro no está en nuestros planes —se adelantó Jaebeom.
