Mio - Sanwoo +18

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—Es ridículo, pierdes el tiempo con ese chico, debes volver a casa.

—Mamá, yo no pienso ir a ningún lado, quiero estar con él.

—Tú tienes un gran futuro Wooyoung, ese chico es terrible, perdiste dos años por su culpa, ahora ya nada te importa.

—Retomé mis estudios mamá, estoy muy bien ahora. No voy a dejarlo.

Le colgó para evitar más peleas, sólo quería estar tranquilo, San fumaba mientras le dirigía una mirada calmada, se acercó a él para recostarse entre sus brazos. Ambos se encontraban en esa habitación enorme, echó un fuerte suspiró antes de quitar aquel cigarrillo de su boca para besarlo.

San lo tomó en brazos para poder descansar, lo sabía, la familia de Wooyoung gozaba de muchos bienes, los Jung eran una familia de renombre, de gran cantidad de riquezas, un heredero que debía continuar con el legado y ahora este se encontraba entre sus brazos arrojando un buen futuro por él.

—Te amo —Wooyoung le sonrió mientras se acurrucaba entre sus brazos.

—¿Piensas vivir siempre conmigo?

—¿Por qué? ¿Quieres librarte de mi? Te aviso desde ya que no vas a poder Choi San, eres mío y si te atreves a dejarme no voy a detenerme hasta verte muerto.

—Jamás querría Wooyoung —lo apegó a su cuerpo —, necesito a mi reina aquí, por cierto,  Yeosang me llamó, dijo que la siguiente semana podían empezar a planear la boda. Te daré todo el dinero que necesites —besó su hombro.

Wooyoung de inmediato se levantó emocionado.

—¿En serio? Tengo que llamar a Yeosang.

San sólo negó con la cabeza al ver a Wooyoung emocionado salir de aquella habitación, ambos estaban desnudos por lo que miró aquella hermosa figura desaparecer por la puerta, Wooyoung tenía toda una habitación para su ropa y accesorios, un lugar para maquillarse, un baño que parecía una habitación más de aquella casa, sí, no tenía reparo al engreírlo.

Las que estaban encargadas de la limpieza lo miraban salir desnudo, ya era normal, Wooyoung hacia lo que quería en esa casa. San sólo suspiró antes de tomar su celular para ver cómo iban algunos asuntos.

—Ya pusieron el ojo en tu reina, tienes que tener cuidado. Los Park no han dejado de hablar de él —Hongjoong parecía agitado en la llamada.

—Dime todo lo que dijeron.

—No creo que te guste —sentía algo de pánico, San enojado era de las peores cosas que podían pasar, impulsivo y sádico.

—Habla.

—Dicen que si te quitan a tu reina van a poder destruirte, son rumores pero es casi seguro. Están siguiéndolo, saben que está últimamente saliendo mucho, lo tienen vigilado. Estuvieron bromeando con lo que querían hacerle, cogerselo y enviar su cuerpo a sus padres, saben de los Jung, San. No debiste meterte con un riquillo.

—No te pedí tu opinión Hongjoong —soltó fríamente —, nadie le va a poner un dedo encima, estoy cansado de tus estúpidos sermones, los Park se pueden ir al infierno.

Colgó la llamada con la cólera contenida.

—Mira San, necesito verte en esto —Wooyoung entraba con algunas fotos de trajes de novios, San se sorprendió por ver qué tenía toda una revista que lucía ya gastada, le señalaba un traje que más se asemejaba al de un príncipe que al de uno de boda, Era azul con decoraciones plateadas—, con esas botas y cinturón, te verías tan guapo—Wooyoung abrazaba la revista con un pequeño grito.

San lo escuchaba, realmente parecía que Wooyoung había estado pensándolo desde hace ya un tiempo.

—Me pondré la ropa que quieras, pero dime, ¿Cómo te vestirás tú amor? —tomó su mano para besarla.