Mio - Sanwoo +18

13

—Pedazo de imbécil —Yeosang golpeó su rostro con furia.

—Sabes que era por su bien, incluso una llamada hubiera sido riesgosa —Se defendió San tocando su mejilla bajo la mirada espectante de Seonghwa.

Yeosang suspiró con la molestia contenida aun.

—Mira, solo quiero entender una cosa en todo esto ¿qué es diferente? ¿Crees que todo estará solucionado tan solo de largarte muy lejos?

—Las cosas ahora están mejor, yo sé que...

—Aun hay gente que te busca,  hay muchos que quieren verte muerto, a parte, ¿no se supone que él estaba mejor sin ti? Siempre te quejabas de que lo hundías en nuestro mundo, ¿que hará que el quiera volver? Por lo que dice la niña bonita él no parece tenerte mucho cariño.

—Lo sé, pero quiero intentarlo, honestamente Yeosang —jugaba nerviosamente con sus manos—, no sé que hacer.

Yeosang sintió un tanto su corazón removerse al ver la desesperación en el que tras tantos años recién empezaba a considerar amigo suyo.

—Bien, te ayudaré —se levantó de su cómoda silla, la visita de San le cayó mal, se estaba divirtiendo muchísimo con Seonghwa. Fue incomodo abrirle la puerta con el traje que Seonghwa hizo que usara, uno coqueto de enfermero—, me agradas más en tu forma canalla que en la miserable. —Admitió irritado.

San solo lo observó mientras este se diriga a cambiarse por algo cómodo.

—Bien —dijo al volver —, si Wooyoung dejó su mundo por ti, supongo que es tu turno.

—¿A qué te refieres?

—El dinero no te falta San —dijo seguro con una mirda penetrante—, señor empresario Choi San, accionista y magnate casanova.

—¿Casanova?

—¿Quieres conquistarlo o no? —dijo exasperado mientras Byeol y Seonghwa lanzaban una risa cómplice.

—Claro que quiero, pero ¿cómo demonios hago algo de lo que no se nada?

  — A Wooyoung tampoco le enseñaron como ser el novio de un mafioso — se defendió este sin darle interés al gesto de estupefacción de San—, será sencillo.

—Suponiendo que me vuelvo lo que dices ¿cuál sería el plan en general? ¿Me vuelvo empresario y Wooyoung caerá por mi?

—No, idiota, podrás asistir a las reuniones de las que hablas que asiste, participaras activamente en lo mismo que él hace sin que te puedan poner altos, podrá notar que quieres meterte en su mundo, que te importa lo suficiente para involucrarte de lleno.

—¿Eso hará que me acepte?

—Eso te dará posibilidades Choi, por lo menos, tendrás la oportunidad de acercarte sin que te ponga una restricción, podrás coquetearle sutílmente, pero no actúes por impulso que lo más probable conociendo a mi amigo —suspiró con irritación pensando que quizás al tiempo de no verlo habría cambiado—, es que su orgullo le gane, debes ir con tacto, de forma sutil, y que quede claro que si vuelvo a verlo, te echaré absolutamente toda la culpa de no haberle podido hablar, Choi San —lo señaló mientras le mostraba una mirada llena de rencor —, era mi mejor amigo, idiota. Ahora ve por un traje.

—¿Traje?

—Y necesito efectivo, dejame decirte que me compraré un lindo bolso Louis Vuitton porque considero que me deberas demasiado.

—Claro —se resignó San, no, jamas iba a negarse si tenia una oportunidad.

Estaba por cometer una locura, qué sabia el de finanzas, de empresas, la única habilidad que tenía era la de administrar bien el dinero de sus sucios tratos, pero mas allá de eso ¿hacer una empresa de la nada?

—Yo me encargaré de esa parte, solo ocupate de no hechar a perder nada de lo que yo te diga — le dijo como si leyera su mente.

San sonrió, jamas pensó estar en esa situación.

—Te ayudaré amigo, Yeosang hará de todo por echarte la culpa cuando llegue el momento, pero estaré de tu lado.

—¿Disculpa? —Yeosang dijo casi gritando.

—Amor, San lo hizo por su bien.

—¿Tú me dejarías por algo así?

—Si es por tu bien sí, Yeo, pero eres peor que yo así que no creo que haya problema.

—Park Seonghwa de los temidos Park, alias los "sin corazón". No se sabe si por su poca consideración con sus victimas o porque su heredero es un robacorazones, creo que si me dejaras creería que es porque quieres volver a prostituirte.

—¡Kang!

—¡Park! Es lo que diría de ti, pero al menos en eso Wooyoung no podrá decir lo mismo de ti Choi, si juegas bien tus cartas sabrá entenderte y por supuesto la mitad de las acciones de la empresa pasaran a mi nombre, y lo que resta se ira para su viaje de fugitivos.

—Te daré el dinero que quietas con tal de obtenerlo, solo te doy aviso de que no  sé absolutamente nada del tema pero si es por él aprenderé, quizás podría tomar un curso o algo así.

—Es una buena iniciativa, contrata un maestro particular Choi, así no quedaremos mal en frente de las enormes empresas. La empresa de los Jung esta muy ligada a la tecnología, es una fuerte competidora.

—¿Competir?

—Si quieres conquistar a Wooyoyng deberas demostrar que vas en serio, e incluso Choi —San lo miró confundido—, podrías terminar convenciendo a tus suegros.

Si antes había dudado por un segundo la ultima frase terminó por convencerlo, ¿ganarse a sus suegros? Quizás incluso conocería a su cuñado, sonrió por la sola idea de imaginarse a ambos llevando a su cuñado a los mejores parques de diversiones, pero su mente fue aun mas allá, pudo divisar a ambos tomados de la mano de su propio hijo.

La felicidad para muchos podía significar el dinero o el poder, pero para él: la felicidad se resumía en una tarde en familia con Wooyoung y con un pequeño que pudiera llamarlo padre. Sus ojos se cristalizaron de la emoción.

—Bien, te enviaré quinientos mil dolares por la noche para que puedas empezar con el plan, iré por el traje y a buscar un buen maestro.

Seonghwa sonrió, hace mucho que no escuchaba esa ilusión en San.

—Te ayudaré con el traje San —Byeol habló animada antes de pararse, ella había querido ser esa amiga que le diera la solución pero le encantó la forma tan rápida de pensar de Yeosang, pese a parecerle una idea apresurada e incluso loca parecía tener todo manejado.

—Bien —era definitivo, San no tenia esa ilusión hace mucho y en el caso de Byeol, jamás lo vio así.

Yeosang se dirigió a su habitación para cambiarse nuevamente cuando estos se fueron.

—Bien enfermero, es hora de que me revise —liberó su miembro con una sonrisa de suficiencia— podría usar su boca.

—No lo creo, podria tener que usar estas —dijo sacando de su bolsillo unas tijeras sacando una carcajada de Seonghwa.

—Ven aquí, cariño.

Yeosang y Seonghwa continuaron con normalidad mientras a San se le salia el corazón por las mil ideas que tenia, el traje, las clases, tener a Wooyoung en sus brazos. Quizás las cosas no pasarían en ese orden pero se aseguraría de no arrepentirse por no intentarlo.

—El traje que tienes esta bien pero supongo que lo que quieres es deslumbrarlo cuando puedas volverlo a ver así que debemos conseguir uno llamativo, imagínalo San, que te vuelva a ver y te llame Señor Choi.

La sola idea hizo al corazón de San acelerarse. Imaginarlo tratarlo con tanta distancia pero a la vez verlo con esos trajes elegantes y tan solo contemplarlo de cerca asi, pensaba que podría dar toda su fortuna solo por observarlo unos minutos modelar para el, o por un roce de labios, definitivamente daria todo por tocar su cuerpo.