Las clases no eran fáciles, estas duraban cerca de seis horas al día, consiguió cuatro profesores diferentes, unos le hablaban de finanzas, otros le enseñaban sobre mercadotecnia e incluso el curso de recursos humanos.
Uno de los que más odiaba era el de inglés.—Estoy muerto —Byeol le preparaba la cena y le llevaba los libros nuevos que le habían pedido los maestros, no solo esos, sino también a criterio suyo le traía algunos libros que averiguó que podía servirle—, pensé que solo eran ocho libros.
—Pues compré otros que debes leer en tus ratos libre, busqué que fueran de iniciación hasta uno que es algo pesado —dijo sacando del fondo de uno de los bolsos un libro que parecía tener más de tres mil paginas—, todos se ve que te ayudarán pero este me pareció muy interesante, es una clase de diccionario en cuestión de finanzas, te servirá como manual, aunque si lo estudias estarás mucho mas involucrado y podrás recibir mejor todo lo que Yeosang tenga en mente.
San miró incrédulo, sentía sus ojos arder y encima debía salir para hacer algunos trabajos hasta muy tarde, los maestros no tuvieron compasión dejándole mucha tarea para el día siguiente, debíaestar hecha a las siete de la mañana que llegaba su primer maestro; el más exigente; y encima debía revisar los textos de Byeol.
—Bien, los revisaré en el camino al bar, ahora debo hacer todo lo que Kim me dejó.
—Te ayudaré San —Byeol le sirvió en el plato huevos fritos junto a pan dulce. Un café bien cargado se preparaba en la cafetera italiana.
Ambos se pusieron en acción, San sentía que se le caían los párpados, Yeosang le explicaba sobre todo lo que acontencia en la empresa, había contratado a muchísima gente y había alquilado un edificio algo ostentoso, necesitaba más dinero, le explicaba a San a detalle los gastos junto a las facturas. No bromeaba con lo de la cartera, pues, también la vio entre las facturas.
San no entendía muchas de las cosas que Yeosang le explicaba, se suponía que San era el director en jefe, el rostro de la empresa pero se sentía como el de menor rango, los especialistas en tecnología contratados le hablaban de sus planes mientras sentía que no podía tomar el control. No opinaba más allá de para afirmar con la cabeza, la empresa iba a estar bajo su apellido.
Su apellido nunca le significó absolutamente nada más allá de demostrarle que compartía lazos con gente que no terminaba de conocer, pero no importaba, si debía convertirse por completo lo haría, en ese mismo instante intentaba cortar todo lazo con lo que podría salir perjudicar, pero tenían un dicho, de ese mundo sales muerto o fugitivo.
El dinero buscaría que saliera de la empresa que se había propuesto entender bien.
Dos meses pasaron muy rápido, los libros iban y venían, dejó de asistir a los encargos de dinero, el dinero venía directamente de los clubes que eran en medida bastante considerables, Yeosang se dedicaba de pleno a diseñar el lugar, las oficinas, la decoración exterior, el logo de la empresa, la publicidad que estaba planeada para final de año cuando todo estuviera ya bien cimentado, los vidrios eran limpiados, tenia el sumó cuidado en cada espacio, San no dejaba de darle dinero y Seonghwa se quedaba perplejo por todo lo que se estaba logrando, el lavado de dinero era perfectamente llevado a cabo en cuanto a las preguntas de los curiosos por su emprendimiento.
San se quedó perplejo al entrar en el lugar y ver la cantidad de cosas que adentraban en el lugar, los escritorios, las sillas, incluso el olor incitaba a pensar en un lugar lleno de lujos y buen nombre.
—Esto es increíble —dijo estupefacto a Yeosang no pudiendo quitar la mirada de lo que se supone era su oficina, ocupaba todo un piso.
—Toda suya, director Choi.

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Mio - Sanwoo +18
FanfictionSan lleva una vida demasiado agitada, cobrar vidas, dinero, alcohol, hace mucho que había encontrado a su media mitad, lo engríe, compra de todo, lo ama. Ese mundo puede ser muy oscuro, sobretodo si tienes a tu lado a alguien que vale demasiado para...