Capítulo 6

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War of hearts - Ruelle

Su espalda chocó bruscamente contra la pared de bambú, pero no le importó

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Su espalda chocó bruscamente contra la pared de bambú, pero no le importó. Sus piernas fueron separadas por el otro, su boca fue abordada con deseo y su labio fue cruelmente mordido. Sus manos estaban siendo sostenidas con firmeza sobre su cabeza y estaba empezando a perder la cordura frente a la boca de Lan XiChen.

Jadeó en busca de una bocanada de aire cuando el mayor lo dejó ir por un segundo, sus miradas se encontraron. El rostro del Lan estaba levemente sonrojado, sus ojos de cachorro triste se habían trastornado con un brillo depredador, con un anhelo de devorar allí mismo a Jiang Cheng. Atacó nuevamente su boca pero esta vez fue leve, pues sus labios decidieron seguir un camino hacia su cuello, donde suspiró, besó y succionó con fiereza. 

En su mente, este último, solo podía pensar:

¿Cómo demonios...?

¡¿Cómo demonios acabé así?!

Recuerda decirse a sí mismo que iría a enfrentar al líder de secta, demostrarle que para el aquel beso no había sido nada, que podía seguir su juego de olvidar y no importaba... Sin embargo, con el invierno ya llegando, cuando entró en el Hanshi, la figura pura de Lan XiChen estaba hermosamente asomada por una de las ventanas. Los copos de nieve empezaron a caer con suavidad y su mano se estiraba más allá intentando atrapar uno, cuando logró hacerlo acercó a la delicada figura hacia su rostro en busca de poder admirar mejor su estructura única, para el pesar del hombre, este se deslizó bajo su toque y una sonrisa triste se posó sobre su rostro.

—No creí que vendrías —susurró amablemente mientras levantaba su vista hacia el hombre de violeta.

—Si no creía en mi disposición de visitarlo se hubiera ahorrado papel y tinta en su mensaje —dijo mientras se acercaba con expresión altanera —. También podría no haber preparado el té —señaló las tazas humeantes en una mesa.

—Supongo que albergué una pequeña esperanza y esta no me decepcionó —le sonrió mientras se alejaba de la ventana y tomaba asiento en el centro de la habitación.

—Lider de la secta Lan, me preocupa que hable de manera tan dedicada sobre una simple visita —Levantó una ceja ante la mirada brillante y se dijo a sí mismo que debía mantener la compostura pasara lo que pasara. Su orgullo le impedía volver a caer.

—No debería despreciar de esa manera su propio tiempo —otra sonrisa asomó, esta pareció sí alcanzar sus ojos —Su compañía me resulta realmente agradable, cuando estoy con usted me siento cálido y cuando nos separamos este lugar vuelve a ser tan gélido como de costumbre ¿No es acaso eso suficiente para hablar con dedicación?

Jiang Cheng, quién bebía el té con gusto, estuvo a punto de escupirlo cuando las palabras resonaron por toda la habitación.

Levantó su vista y frunció su ceño, podía sentir como sus mejillas se bañaban de un tierno color rojo y se dijo a sí mismo que era porque estaba enojado.

Historias familiares de un jade y un lotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora