Capítulo 6

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Ya es media mañana y después de seguir mi rutina matutina me encuentro en el despacho, poniéndome al día con algunas de las inversiones de capitales que tenía pendiente desde hace semanas pero no había podido realizar por obvias razones.

Y para empezar el día ya estoy de mal humor<¿cuándo no?>, y como no estarlo si el momento que tanto había esperado para invertir en la bolsa de valores pasó y no lo pude aprovechar.

Tengo un genio de los mil demonios, esto no estaría pasando si solo tuviera que enfocarme en asuntos serios, y no andarle cuidando el culo a críos indefensos.

Trato de centrarme en encontrar soluciones para la situación del capital invertido cuando suena mi celular, alterando el silencio que estaba perpetuado en la sala.

-Dante al habla-contesto.

-buenos días míster Dante, le habla Doménico el investigador privado que contacto-

-Por supuesto que se quién es, mi número no se lo doy a cualquiera-

Contesto un poco exaltado y siento como a través del teléfono Doménico se arma de paciencia para no mandarme a la mierda.

-Dime que conseguiste, ya sabes que no me gustar esperar-

-La persona que usted me pidió que investigara es un fantasma-me dice-no existe nadie con ese nombre para que me entienda mejor.

-¿Estás seguro de lo que me estás diciendo?-pregunto-No puede ser que no exista o no encuentres nada cuando es la familiar de una persona de alto perfil.

-totalmente seguro, contacté a mis hombres en Japón y en Italia, y nadie ha oído hablar nunca de alguna persona con el nombre de Kuchiki Mei o Diana, y del oyabun de la Yakuza solo se sabe que tiene tres nietos varones, nadie conoce a esa muchacha.

Cuelgo el teléfono procesando la información que me acaba de dar el investigador el cual hasta la fecha me ha sido útil al encontrar o rastrear ciertas personas alrededor del mundo.

Es imposible que mi padre me mintiera al decirme quien era ella, o tal vez ni el mismo lo sepa.

<Solo de algo estoy seguro y es que esto no me gusta>

No me gustan las cosas inesperadas o no poder tener el control de la situación, soy un controlador obsesivo.

Sin embargo es imposible que siendo nieta de quien es nadie la conozca o puedan tapar una información de tal magnitud de todo el mundo, siempre hay una filtración, un hueco, un hilo del que tirar.

Y tengo que encontrarlo cuanto antes ya que no me gustó su reacción cuando supo que estaba en Italia, le teme a algo y voy a saber que es como que me llamo Dante. Tengo que estar preparado para cualquier cosa ya que a mí nadie me va a coger por las pelotas.

Con la incertidumbre causada por Doménico y la catastrófica situación de la Bolsa de valores la cual no puedo arreglar, salgo del despacho antes de tirarlo abajo con la sangre caliente que me está palpitando en las venas.

Camino por el pasillo externo de la propiedad en dirección al Ala este y entro en el gimnasio que se encuentra en una de las habitaciones de esta sección, el cual está totalmente equipado.

Me cambio de ropa a una más cómoda dejando mi torso descubierto, y empiezo a descargar el enojo con el saco de arena colgado en la mitad de la habitación.

Le doy golpes con los puños cerrados hasta que siento que me duelen los nudillos y entonces paso a darle patadas de forma consecutiva.

Esta es una de las mejores formas que tengo para calmar el estrés, golpear algo, y como todavía no soy un psicópata no voy a andar golpeando gente por ahí.

Hermandad De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora