Jaula de oro

Capitulo 2. Aquel que anhela amor.

Las flores que crecen ante la adversidad generan una singular belleza ante los ojos del mundo. Si es cortada de raíz, pierde ese efecto y termina por marchitarse. 

-Natsu, no es momento para bromas.

- ¿Y quién dijo que estoy bromeando, Erza?

-Lucy esta fuera de tu categoría.

- ¿Así que te llamas Lucy? Un lindo nombre para una linda chica.

-(Nerviosa) Yo...

-Es una lástima que sea una pobretona más.

- (Vaya tipo) ¿Disculpa?

-Gray tiene razón, estas fuera de mi categoría... No, más bien yo soy demasiado para alguien que vive al día.

-Te estas excediendo, Natsu.

-No te preocupes, Erza. Estoy acostumbrada a escuchar ese tipo de insultos clasistas desde que entre aquí.

-Pero Lucy...

- (Se levanta) Es una lástima que un chico tan atractivo como tú, tenga que recurrir a estos métodos para satisfacer su ego y que la soledad no lo termine por consumir.

-...

-Si me disculpan, tengo que ver a mi profesor de inglés. Gracias por el almuerzo, Erza.

-No fue nada, Lucy. Nos vemos en la clase de ballet de hoy.

-Por cierto, si quieres un juguete con el cual entretenerte; te recomiendo ir a una juguetería o buscarte a una tonta que esté dispuesta a serlo. Con su permiso.

- ¿Creíste que accedería a tu jueguito con facilidad, Natsu? Lucy no es como las zorras que conocemos.

-Cállate, Gray. No puede ser que una mujer como ella me haya humillado de esa forma.

-Es tu culpa, no debiste decirle pobretona.

-...

-No es por orgullo, Natsu; si no por el hecho de que no tienes ni la menor idea lo que hay detrás de su situación económica.

-Erza...

-Ante cuestionar a la persona, indaga un poco sobre su vida. Tal vez de esa forma seas menos imprudente al hablar.

-Aunque tratándose de él, lo veo muy difícil.

-No eres gracioso, Gray.

-Solo te digo una cosa, Natsu; no involucres a Lucy en tus juegos de seducción.

- ¿Qué? ¿Acaso te gusta?

-Lo digo porque ella ya tiene demasiados problemas como para que tú llegues y le provoques otros.

- ¿Tan difícil es su vida?

-No necesitas saber más de la cuenta. A la mayoría de la gente humilde le gusta resolver sus vidas y sus problemas por cuenta propia, a bajo perfil.

-Erza...

-Ahora, que si quieres ofrecerle una disculpa por haberte comportado como un niño rico y mimado... Te espero en la clase de ballet, ella estará ahí.

- (Se levanta) Ni que estuviera loco.

-Bien, no pienso presionarte. Pero te reitero lo que dijo Gray, no te acerques a Lucy si piensas usarla como tu zorra en turno.

-...

-De hacerlo, me veré en la necesidad de decirle a mi padre que te lleve en su helicóptero en uno de sus paseos y te lance sin paracaídas al mar. Te veo luego, Gray.