Jaula de oro

-Capitulo 20. Bailando entre bellos sueños .-

Esas palabras que mi corazón deseaba al fin puedo escucharlas mientras sus fuertes manos acarician cada parte de mi cuerpo con ternura y deseo desbordante: me ama a tal punto de querer deshacer lo que en un comienzo comenzó como una mentira, vivir plenamente nuestro matrimonio.

-Disculpa por hacerte venir a la oficina, Lucy.

-No te preocupes, Mavis. Tenía pensado en traerle a Natsu algo de almorzar, dado que por Ignia supe que se salta las comidas mientras trabaja.

-Cuando mi cuñado se enfoca en algo es muy difícil hacerlo tomar un poco de tiempo para comer.

- (Dímelo a mi) Espero que me haga caso a mí.

-Siendo su esposa, lo hará.

- (Leve sonrojo) Su esposa.

- (Que tierna) Por cierto, la presentación en el auditorio será en unos días.

-Si, y estoy comenzando a ponerme nerviosa.

-Lo harás increíble, Lucy. Ahí estaremos todos para apoyarte.

-Gracias por los ánimos, Mavis.

-Joven Natsu, llegará tarde a su comida con los socios.

-Lo sé, Touka. No tienes que recordármelo... ¿Lucy?

- (Leve sonrojo) Hola Natsu.

- ¿Qué haces aquí?

-Y-Yo... vine a traerte algo de comer ya que te fuiste de la casa sin desayunar casi.

- (Leve sonrojo) Te lo agradezco...

- (¿Y esta mujer quién es?) Joven Natsu, la comida...

-Cancélala, Touka.

-Pero joven, los socios...

-Ofréceles una disculpa a mi nombre y diles que los veré mañana.

- (Gota de sudor) ¿Y qué razón les doy?

-Que tuve que atender un asunto de suma importancia con mi bella esposa.

- (¿El joven Natsu está casado?) S-Si, como usted diga. Con su permiso, señora Dragneel.

-Adelante. Natsu, no tienes que cancelar nada por mí...

- ¿Que trajiste de comer? Muero de hambre.

- (Ignoro lo que le dije) Tempura, un poco de ensalada y arroz.

- ¿Y de postre?

-Unos dangos.

-Se escucha delicioso. Vamos a mi oficina entonces.

-S-Si. Mavis...

-Yo iré a saludar a Zeref. Los veo después.

-Okey...

-Algunos minutos después-

-Toma, un poco de té verde.

-Gracias, Lucy. Todo estuvo delicioso.

-Me alegra que te haya gustado.

-Siento haberte hecho cancelar tu comida.

-No te preocupes, Lucy. Me disgusta tanto esas comidas de negocios.

-Entonces fui el pretexto perfecto.

-En parte. (Toma su mano) Por cierto, han pasado varias semanas que hablamos sobre la anulación del contrato...

- (Avergonzada) C-Creo que en esa ocasión hicimos algo más que hablar.