Lección de Vida

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Después de la (desagradable) reunión con la directora del colegio no se había hablado más del tema, o eso era lo que pensaron.

Jarvis había terminado de preparar la cena, tan solo debía ir a buscar a Tony y servirla, dejo el delantal en la encimera de la cocina y se dirigió al cuarto del pequeño, cuando llegó allá lo busco, sin embargo, no lo encontró, algo extrañado reviso los demás cuartos y nada, empezó a preocuparse recorrió la sala de estar, el despacho de Howard, el jardín y nada, solo le quedaba un lugar el cual era el taller de su jefe.

Se dirigió al taller ingresó la contraseña y entró, escuchó un pequeño quejido posterior a eso unos pequeños jadeos de llanto, avanzó más a dentro del taller y ahí lo encontró, hecho bolita llorando en un rincón junto a una garra metálica que el pequeño llamaba "babas".

—¿Joven Anthony? —se acercó al niño. —Tones ¿Qué pasa? ¿Por qué estás llorando? —levanto al niño y lo dejo en una de las mesas del lugar, sacó una servilleta de tela de su traje y comenzó a limpiar las lágrimas de los ojos del pequeño.

Una vez el castaño se calmaba y respiraba con más tranquilidad se dispuso a hablar.

—Es que... —hizo una pausa mientras tomaba aire —Yo no me podré casar con Steve porque soy un niño —y con eso dicho, otra vez estalló en llanto.

El mayor trato de asimilar las palabras que el contrario había dicho.

—¿Por qué dices eso Tones? —cuestiono el mayor.

—Sharon, mi directora y todas las personas dicen que dos hombres juntos es una abo... Abomirracion —lloró amargamente, trataba de secar sus lágrimas fallando en el intento.Jarvis no sabía qué hacer ni como actuar ¿Cómo explicarle a un niño de 6 años que el amor no era lo que estaba mal sino la sociedad que los juzgaban? ¿Cómo decirle la verdad de que era peligroso ser homosexual en esa época?

—Tones, cariño escucha — limpió las lágrimas del menor. —No es una abominación, el amor es algo hermoso, lo único malo es que la gente no lo ve de esa manera.

El castaño lo miro fijamente, tratando de asimilar las palabras.

Escucharon el sonido de la puerta abrirse y divisaron al dueño de la mansión Stark.

—¿Qué están haciendo aquí? —pregunto el azabache, sacándose su chaqueta quedando solo con el chaleco y su camisa, vio a su pequeño hijo para posterior ver al británico. —¿Qué sucede?

—Pensé que vendría más tarde señor —dijo el inglés, al ver como su jefe se acercaba a ellos.

—Terminé temprano —dijo rápido se quedó al lado de Edwin justo al instante que veía a su pequeño hijo en la mesa del taller con los ojos hinchados. —¿Qué pasa?

Vio como su hijo tomaba aire y trataba de calmarse, para posterior a eso hablar.

—Yo no podré casarme con Steve —empezó a jugar con sus manitas para liberar un poco de tensión.— Porque todos dicen que es una abomirracion que dos niños estén juntos —agacho su cabeza triste para posterior a eso mirar a su padre con una pequeña luz de esperanza. —¡Papá! Tú eres un genio, ¿podrías convertirme en una niña? —se paró en el mueble quedando un poco más cerca del adulto. —Si me convierto en una niña Steve y yo podremos casarnos y nadie nos diría que está mal porque yo sería una niña.

Jarvis y Howard se quedaron perplejos, a Howard de cierta manera se le rompió un poco el corazón, no era una mentira que la gente era muy prejuiciosa cuando de homosexualidad se hablaba, le daba mucha pena el hecho de que su hijo tuviera que vivir en esa sociedad tan asquerosa.

Ángel [Jaward AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora