Jiang cheng estaba rojo, en parte por el enojo y en parte por que Xichen lo estaba mordiendo y se negaba a soltar su mano.- ¿Que es lo que quieres?
- Cena conmigo esta noche, y sal conmigo esta semana, si las cosas no funcionan, haremos lo que dijiste, diremos que las cosas no funcionaron y que terminamos.
- ¿Por que?
- Me gustas, no es obvio.
Jiang Cheng estaba totalmente rojo, por fin logró que Xichen lo soltara. – estoy cansado me voy a dormir- se levantó de la silla y firmó la cuenta sin mirarlo – pasa por mi a las 8 – y se fue.
Xichen estaba sonriendo, no podía dejar de hacerlo, Jiang Cheng le gustaba, siempre le habia gustado, se habían encontrado varías veces por la relación de sus hermanos, ademas Xichen era amigo de Zixuan, asi que acudían a los mismo eventos y si estaba Yanli, tambien estaba Jiang Cheng. Se había enamorado de él ese día que fueron a probar los platillos viéndolo hacer caras, viendo el cuidado que tomaba en todos los detalles de la boda, aunque odiaba hacerlo, solo por que amaba a su hermano, viéndolo esforzarse en sus trabajos y avergonzarse por pedir ayuda, era demasiado lindo, así que el había hecho tiempo y había ido a todas esas citas para probar pasteles y ver flores solo para poder verlo, no le había parecido correcto así que no se había acercado más, pero entonces el lo beso y el perdió todo su autocontrol.
Se levantó por fin de la mesa y regresó a su habitación pensando a donde llevar a Jiang Cheng.
Jiang Cheng llegó a su habitación, se puso una pijama, apenas si había descansado nada antes de la boda, y esa noche qué pasó con Xichen apenas si durmieron, había empezado a recordar fragmentos, pero los había sacado intencionalmente de su cabeza, estaba adolorido y cansado así que se acostó en la cama y se quedó dormido casi instantáneamente.
Su teléfono sonó, vio la hora y faltaban 15 minutos para las 8, era Xichen.
- ¿Hola?
- Estoy afuera, toque pero creo que no escuchaste, o es que ¿te arrepentiste de último momento?
Jiang Cheng estaba más dormido que despierto, y no recordaba lo qué pasó en la mañana, solo entendió que Xichen estaba afuera – voy enseguida.
Jiang Cheng se levantó y abrio la puerta de su habitación. – Xichen, ¿pasa algo? ¿Por que viniste?
Xichen lo miro, Jiang Cheng estaba en pijama y sus mejillas estaban rojas, se acercó y tocó su frente.
- A-cheng ¿estas bien?creo que tienes fiebre.
- Tus manos están frías.
- No son mis manos las que están frías, es tu cabeza la que está caliente. ¿Te sientes mal?
Jiang Cheng levantó la vista y de repente no vio nada más.
Xichen lo agarro antes de que se cayera, lo cargo y lo llevo a la cama, Jiang Cheng estaba hirviendo, buscó en el botiquín y encontró un termómetro, 39.5 grados, tomo una toalla pequeña, la mojo y la puso en su cabeza, también puso otra en su pecho y Jiang Cheng se quejó intentando quitársela.
- No te la quites te ayudará a bajar la temperatura.
Salió a buscar a su guardaespaldas que lo esperaba afuera y lo envió a la farmacia, también canceló la reservación que había hecho en un restaurante, la farmacia estaba lejos y la temperatura de Jiang Cheng no bajaba. Sabía que se iba a enojar cuando se despertara pero aún así le quito la ropa, se quito la suya dejando solo la ropa interior y lo metió a la regadera con agua tibia.
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Destino o casualidad.
أدب الهواةJiang Cheng era un buen hermano, y también un buen padrino, había ido con Weiying a escoger su smoking, había probado todos los pasteles aunque sabía que Weiying terminaría eligiendo el red velvet, lo ayudó a escoger la comida e incluso lo acompañó...