12 • Once Bitten

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Hacía una semana que no se encontraban con Paul. Cada uno de ellos se turnaba para vigilar a Roger: Clare se encargaba del horario diurno, siguiendo y pasando el rato con su hermano, mientras que Freddie y Brian se repartían los turnos nocturnos. Freddie vigilaba la ventana y la zona del apartamento de Roger, mientras que Brian solía invitar a Roger a una cita antes de vigilar desde fuera, a veces incluso quedándose la noche con él.

Esta noche fue una de esas en la que Roger decidió salir. Brian no tenía ningún problema con ello, de hecho, prefería sacarlo y estar con él que vigilarlo desde la ventana. Pero no le gustaba especialmente la idea de ir a un club nocturno. Un pub era una cosa, pero un club...

Por mucho que Brian odiara la idea, no podía decir que no a esos ojos brillantes que le iluminaban con una sonrisa radiante. Sintió la emoción que recorría al rubio mientras caminaban hacia el club que Roger conocía de sobra. Brian no sabía que Roger salía tanto, pero aparentemente sí, porque cuando llegaron a la puerta, el portero le sonrió y le abrió la puerta, diciéndole lo bueno que era verlo de nuevo.

Cuando entraron, el olor a alcohol puro, sudor y sexo casi hizo retroceder a Brian. La música estaba tan alta que apenas podía pensar y las luces parpadeaban de todos los colores tan rápidamente en la sala oscura que hacían que a Brian le dolieran los ojos. Pero el rubio tiró de Brian y se abrió paso entre la multitud de gente hasta que llegaron a una cabina para dos. Se sentaron y Roger se rio de la cara de agobio que tenía su acompañante.

— ¿Es la primera vez que vienes a un club nocturno? — Roger tuvo que gritar literalmente por encima de la música.

— ¿Esto es un club nocturno o una orgía? — Brian le devuelve el grito haciendo que Roger se ría más.

— ¿Es un club nocturno sin una orgía? — pregunta Roger, haciendo que Brian se ría y niegue con la cabeza.

— Parece que estás familiarizado con este lugar — comenta el rizado después de un momento en silencio.

— Sí... solía venir mucho aquí — el rubio mira hacia abajo y Brian siente que su estado de ánimo cambia ligeramente antes de que Roger empuje el sentimiento negativo hacia la extinción, mostrando una brillante sonrisa. — ¡Pero la gente que trabaja aquí es muy buena! Un amigo mío conoce al dueño y me debía algo. Así que le pregunté si podía reservar una mesa para nosotros esta noche — se encoge de hombros con una sonrisa mientras se quita el pesado abrigo, revelando una camisa azul oscuro casi ajustada a la piel con un escote pronunciado que muestra la preciosa clavícula de Roger y un poco más.

"Definitivamente le robó eso a Clare" piensa Brian, tratando de tragarse su ya creciente lujuria.

— Bueno, dile a tu amigo que dije gracias — sonríe antes de inclinarse y darle un beso. El más joven sonríe contra sus labios antes de levantarse rápidamente, agarrando la mano de Brian y tirando de él también.

— ¡Venga, vamos a bailar! — grita, tirando del mayor hacia la abarrotada pista de baile.

Brian lo odiaba. No importaba cómo se moviera, siempre estaba tocando a alguien. Roger volvió a reírse de él, negando con la cabeza antes de ahuecar la cara de Brian entre sus manos y obligarle a mirar hacia abajo. En aquel momento, sus ojos se encontraron.

— Ignóralos. Concéntrate en mí —

Y, oh Dios, cuando Roger empezó a mover el cuerpo al ritmo de la música, Brian sólo pudo concentrarse en ello. La forma en que rozaba contra su propio cuerpo, wow. El cómo las manos del rubio recorrían su pecho antes de rodear su cuello mientras sus ojos no se apartaban de los del rizado.

My only Sun  - [Queen / Au! Vampire]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora