06 • How it feels to suffer

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Londres Inglaterra, verano tardío de 1707
Hace 266 años




— Brian, querido, ten cuidado esta noche: últimamente ha habido acontecimientos muy extraños, especialmente en las madrugadas — Brian escuchaba mientras sonreía suavemente, mirando a su madre. Ella siempre estaba tan preocupada y eso se le notaba en su rostro, con las suaves arrugas que eran visibles bajo sus propios rizos marrones.

— Estaré a salvo, madre. No tienes que preocuparte por mí — le asegura con un beso en la mejilla — Estaré en casa antes de la medianoche, lo prometo — dice, poniendo su guitarra sobre sus hombros.

— Muy bien, cariño ... Mantén tu promesa: ya sabes cómo me preocupo — Ruth sonríe tristemente a su hijo, preguntándose cómo su hijo creció tan rápido.

Brian le muestra una sonrisa triste antes de salir por la puerta y entrar en las turbias calles de Londres. Mientras caminaba por las conocidas avenidas, no pudo evitar imaginar lo que el resto del mundo debía contener; Brian absolutamente despreciaba esta ciudad: el olor del excremento en el aire, la basura por todas partes, y la gente asquerosa. No podía esperar el día en que pudiera abandonar este lugar ... y nunca... nunca jamás volvería.

Pero sabía que los viajes tendrían que esperar, ya que su madre era frágil y lo necesitaba; ella se preocupaba por él.

Odiaba ver a su madre en ese estado.

Todo comenzó después de que su padre había fallecido hace unos años atrás. Todo el caso en torno a su muerte fue ... sospechoso, por decir al menos. Nadie pudo encontrar ninguna respuesta a cómo murió; muchas personas han desarrollado sus propias teorías, pero su madre parecía estar decidida en una, diciendo cosas como criaturas que caminan por la noche y demonios que toman forma de seres humanos.

Esas cosas, que creía ella, mataron a su padre. Por supuesto, Brian no sabía qué hacer con todo ese tema, pero muchos hombres pensaron que ella estaba loca y que debía estar encerrada.

Y Brian no podía permitir eso, no a su dulce madre.

Ella solo tenía... su propia manera de sobrellevar la muerte de su marido.

— ¡Brian! — saliendo de sus pensamientos, levantó la vista y vio a una chica guapa con el pelo tan oscuro como la noche con sus ojos castaños brillosos.

— Ah, Lucía, es bueno verte hoy; te extrañé ayer — él sonríe, caminando hacia la pequeña mujer.

— Ah, sí, bueno, mi piel es bastante sensible. Cuando hace sol, como ayer, no me va demasiado bien, por eso me gusta tanto Londres: casi nunca hace sol — ella murmura, sonriendo con sus bonitos labios rosados.

— No sabía de que el sol te afectara así, entonces ... ¿no te gusta el sol? Las nubes me ponen un poco triste... — dice, sonriendo ligeramente. No podía pensar en una vida sin el sol; le encantaba el calor y deseaba viajar a un lugar donde siempre estuviera soleado.

— Disfruto la oscuridad de las nubes — dice Lucía, mirando al cielo antes de mirar a Brian.

— Bueno ... cada uno con lo suyo — se encoge de hombros.

Cada uno tiene su propia opinión ❞ piensa.

Ella se ríe. — Sí, supongo ... ¿vas a tocar hoy en la plaza? ¿Puedo cantar contigo una vez más? — Lucía inclina su cabeza, con su cabello negro cayendo hermosamente alrededor de sus hombros.

— Me sentiría honrado si cantara conmigo, señorita Lucía — sonríe de oreja a oreja, ofreciéndole su brazo antes de caminar hacia el concurrido lugar. Estaba lleno de gente, como todos los días. Puestos de pescado, tela y otros productos vendibles; personas empujando y gritando mientras intentaban pasar. Brian solo pudo negar con la cabeza ante ellos.

My only Sun  - [Queen / Au! Vampire]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora