Trenton Sawyer ha luchado con sudor y sangre para salir de una vida de violencia y autodestrucción. Años y años de entrenamiento le han llevado a convertirse en uno de los mejores luchadores de la MMA en las últimas décadas.
Sin embargo todo ese sac...
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TRENTON
Ha sido culpa de las drogas que le dijera que sí a esa mujer que no es más que una desconocida.
Joder, debo de haber quedado más tocado de la cuenta después de que me cosiera, porque no me explico cómo si no he podido aceptar mudarme a la cabaña de una extraña.
No confío en la gente.
No se me da bien socializar, básicamente porque odio a todo el mundo.
Sin embargo, lo he hecho.
Y ya no hay vuelta atrás.
Es temporal, de momento es mi única alternativa.
Tampoco es como si me hubieran hecho una mejor oferta. Ahora mismo, en la situación que me encuentro, no estoy en condiciones de rechazar la ayuda de nadie.
Además, la chica se ha portado bien conmigo, eso hay que reconocerlo.
No me debía nada y aun así me ha ayudado, cosa que todavía no logro entender, pero en fin...sigo respirando.
No termino de decidir si eso me gusta o no, pero ya no hay remedio.
Así que la he ayudado a recoger todo el desastre que ha tenido que armar para hacerme de enfermera y nos hemos ido en su coche hasta la cabaña.
Habría ido en el mío, pero se ha negado terminantemente a que conduzca "en mi estado", por lo que no me ha quedado más remedio que ceder. Ya vendré a recogerlo mañana.
La verdad es que estoy más cansado de lo que me gustaría admitir.
Hoy he agotado mi cupo de emociones fuertes.
Ella conduce muy concentrada en la carretera y yo no puedo evitar observarla para pasar el tiempo.
Es atractiva, eso es innegable.
Y me gusta su estilo para vestir. Además de que tiene buena música.
Ahora mismo está sonando Nirvana con uno de sus temas más míticos y no puedo evitar dar golpecitos sobre el salpicadero al compás de la melodía.
Ella me dedica una mirada de soslayo y esboza una ínfima sonrisa.
Me siento cómodo en el silencio que compartimos. Se nota que ella tampoco es de muchas palabras, cosa que, si vamos a convivir, agradezco.
— ¿Planeas quedarte mucho tiempo por aquí? — me pregunta al cabo, con curiosidad.
Lo pienso detenidamente.
La verdad es que no tengo ni idea de lo que haré. El caso es que ahora mismo tampoco tengo muchas más opciones.
Me encojo de hombros, evitando su mirada inquisitiva.
— Todavía no lo sé. Supongo que una temporada. Pero tranquila, te pagaré la estancia completa — añado.
