TRENTON
Estoy bañado en sudor por completo para cuando termino mi serie diaria de cien abdominales en el gimnasio después de estar dos horas machacándome en la cinta de correr y entrenando con el saco de boxeo.
Por hoy ya he terminado y voy directo a beber del agua que me tiende Rowan, mi fisioterapeuta, que me seca el sudor con una toalla.
— Gracias — le digo, en cuanto me termino la botella —. Voy directo a la ducha, necesitaré que te esmeres hoy...me duele todo.
Ella sonríe, comprensiva.
— Es normal, entrenas demasiado. Te espero aquí. Oh y tienes una llamada perdida — me informa. Suelo dejar el móvil con voz por si se trata de algo importante y como ella anda por aquí junto con Jim – mi nuevo entrenador, quien le está gritando a un pobre novato con el que va a tener que trabajar a fondo – siempre está al pendiente.
— Vale, veré de qué se trata — contesto, encaminándome hacia las duchas y revisando mi registro de llamadas con cierta intriga.
Un remolino de tensión se me forma en el estómago al comprobar que se trata de la clínica de desintoxicación a la que he estado asistiendo en secreto desde hace dos años, cuando tomé la dura decisión de romper con todo lo que me importaba para poder sanar, dejando atrás a Keisha...y con ella la mitad de mi corazón.
Al principio estuve interno, pero me esforcé al máximo y salí en nueve meses, totalmente limpio y con la condición de asistir a terapia dos veces por semana...hasta que mi madrina me viera listo para recibir el alta.
Creo que ese momento ha llegado por lo que me ha dejado entrever en las últimas sesiones, pero para asegurarme la llamo.
— Hola Sally, perdona, estaba entrenando y he visto la llamada ahora...— me disculpo. Ella lo entiende enseguida. Parece que tiene buenas noticias, pero quiere verme en persona en la clínica. Así que como ya he terminado el entrenamiento, le aseguro que estaré allí en media hora.
— Vale, hasta entonces — me despido y cuelgo.
Tendré que darme una ducha y adecentarme antes de salir, así que será mejor que no pierda tiempo. Espero que por fin me den buenas noticias, he trabajado muy duro para estar limpio y encauzar mi vida.
— ¿Algo importante? — me pregunta Rowan, con curiosidad, cuando paso por su lado.
— Sí, tengo que irme. Han llamado de la clínica, espero que me den el alta — le explico apresuradamente y ella me desea suerte.
La voy a necesitar, pero todavía queda esperanza.
No he pasado dos años haciéndome análisis periódicamente y combatiendo la abstinencia y el remordimiento por haber dejado a Keisha, mientras entrenaba el triple de lo normal para mantenerme ocupado, en balde.
Y ya tengo decidido lo que haré si el resultado el favorable.
...
Cuando llego a la clínica privada – la mejor de Miami – la recepcionista me hace pasar enseguida a la consulta, donde me esperan mi doctor y Sally, a la que también podría llamar mi ángel de la guarda.
Ha hecho mucho por mí, no tiró la toalla cuando cualquier otra en su lugar se habría rendido y siempre fue muy paciente y comprensiva conmigo, incluso cuando la rabia me hacía comportarme como un auténtico capullo.
No me siento orgulloso.
Me tiemblan ligeramente las manos como si estuviera atravesando de nuevo el síndrome de abstinencia y cuando tomo asiento frente a ellos tengo que aclararme la garganta para que me salga el habla.
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Trenton: Peligrosa adicción ✔ COMPLETA ©️ EN FÍSICO CON MATCHSTORIES EDITORIAL
Roman d'amourTrenton Sawyer ha luchado con sudor y sangre para salir de una vida de violencia y autodestrucción. Años y años de entrenamiento le han llevado a convertirse en uno de los mejores luchadores de la MMA en las últimas décadas. Sin embargo todo ese sac...