🥊CAPÍTULO 3🥊

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KEISHA

Salgo al porche con paso inestable y la mirada vidriosa, sintiendo que todo mi mundo se tambalea.

Todavía me cuesta trabajo digerir que Trenton haya regresado de verdad.

Por un momento temí estar sufriendo una alucinación, pero no.

Y ahora no tengo ni idea de cómo sentirme, porque el pecho me va a estallar de tantas emociones y mi interior es un caos.

Por eso, aunque he logrado mantener el tipo como he podido sin derrumbarme, sabía que tenía que salir de aquí lo antes posible antes de romperme delante de él.

Tengo tantas preguntas...

¿Por qué ha decidido volver justo ahora?

¿Por qué no me llamó ni se puso en contacto conmigo durante estos dos largos años?

¿Qué siente por mí?

¿Qué demonios siento yo y qué haré con todo esto que me quema hasta las entrañas?

¿Por qué no ha venido a verme para aclarar las cosas?

¿Es que ya no le importo?

¿Me culpará por algo de lo sucedido dos años atrás?

¿Es por eso que se fue?

No, él nunca pensaría eso.

Si hubo un culpable en esta historia ese fue el desgraciado de Vincent.

Pero entonces, ¿por qué no se apoyó en mí? Juntos podríamos haber superado ese bache.

Estabais demasiado destruidos emocionalmente, solo os hubierais hundido juntos.

Sí, mi subconsciente tiene razón.

Pero es que todo es tan repentino y confuso...

Soy un mar de contradicciones.

Ni siquiera me he dado cuenta de que he subido a mi coche, ni de que he empezado a llorar con tanta intensidad que me tiemblan las piernas y lo veo todo borroso.

Sé que debería esperar a que se me pasara antes de conducir, pero ahora mismo solo hay un lugar al que puedo ir para desahogarme y sacar todo esto que estoy sintiendo.

Así que me seco las lágrimas, respiro hondo y arranco, poniendo rumbo al gimnasio.

...

Pétrovik se queda de piedra al verme llegar y no lo culpo.

Sé que debo de tener un aspecto deplorable – se me han quedado los ojos rojos e irritados de llorar y parece que un tren me ha pasado por encima – pero no me importa lo que los demás piensen de mí.

— Keisha, no te esperaba hasta la tarde que empieza tu clase — me dice, por todo saludo.

Me siento como en un escáner bajo esa mirada azul y escrutadora que siempre me ha inquietado, a pesar de que me di cuenta en cuanto empecé a conocerlo un poco de que es un buen tipo. De lo contrario, Trenton nunca habría hecho negocios con él.

Se ha portado muy bien conmigo todo este tiempo, así que bien lo podría considerar un amigo. Un tanto intimidante, pero un amigo a fin de cuentas.

— Lo sé, Pétrovik. Solo quiero darle al saco. Hoy no he traído mi equipo, ¿te importa si cojo algo del almacén? — inquiero, a sabiendas de que la respuesta será afirmativa.

— Claro, puedes usar lo que quieras. ¿Te encuentras bien? Te noto...extraña.

Ya sabía yo que me preguntaría al respecto. Pero ahora no puedo hablar del tema, solo quiero desahogarme y olvidarme de mis problemas como mejor sé.

Trenton: Peligrosa adicción ✔ COMPLETA ©️ EN FÍSICO CON MATCHSTORIES EDITORIAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora