LO BUENO Y LO MALO

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Salir oficialmente con Theodore Schlesinger significaba muchísimas cosas que no tenían absolutamente nada que ver realmente con nosotros, sino con el renombre que cargaba su apellido.

En más de una ocasión llegué a pensar seriamente en simplemente no volver a salir con él en público. Tener que lidiar con camarógrafos, reporteros, paparazzis, empresarios, y demás personalidades del mundo elitista y exclusivo en el que él se desenvolvía... pero luego lo observaba a él siendo el ser humano mas maravilloso del mundo y simplemente no podía negarle esas pequeñas cosas que sabía perfectamente él no podía controlar.

Durante nuestro tercer año en la universidad, podría decirse que las cosas comenzaron a salirse un poco de control. Oficialmente, sus padres lo presentaron como accionista de Industrias Schlesinger. Ya teníamos veintiún años y él podia finalmente ser parte de una manera más formal. Al principio pensé que se negaría, él no quería hacerse cargo de la compañía, no quería ser el próximo director general ni mucho menos, así aquella gala en donde se dio su presentación fue una gran sorpresa para mi.

—Pensé que no querías esto —le dije antes de irnos al hotel Schlesinger en Manhattan.

No quería ser la mala de la historia, pero realmente no entiende el cambio, ¿por qué ahora si? ¿qué significaba eso para nosotros? ¿cuál sería mi papel en todo esto?

—Nunca quise estar al frente, pero no quiero apartarme del todo. Es mi familia, y el negocio es de la familia, mis padres han trabajado muchísimo como para que yo solo me haga a un lado y se que quieren que me involucre de alguna manera. He hablado con las chicas del departamento de diseño, quiero hacer algo que disfrute, además de ser solo un accionista más.

—Entonces, ¿ si trabajaras en Industrias Schlesinger?

—Lo haré, pero no como lo imaginas. No ire todos los días a la oficina, ni me volveré a mudar a Nueva York. Primero tengo que graduarme. Les ayudare como un consultor remoto, así que no tienes de que preocuparte —dijo tomando una de mis manos y besando la parte superior de esta.

—Lo que me preocupa realmente es lo que esto pueda significar para nosotros.

— ¿Por qué lo dices? ¿No quieres que me involucre?

Si era completamente honesta conmigo misma, no quería que estuviese involucrado con la empresa de sus padres. Theo había pasado por demasiadas cosas horribles como para que quisiese seguir ahi dentro, pero la mismo tiempo entendía lo que decía sobre no hacerse a un lado. Él había sido criado en un ambiente diferente al mío, sus padres aunque no eran perfectos, casi lo eran. Con todos sus altibajos, él estaba acostumbrado a siempre contar con ellos, y estar para ellos.

—No es eso, es solo que me preocupo por ti. Se que no quieres hacer las cosas que ellos hacen, se que tu sueño es ser un artista renombrado, y lo estas logrando, Theo. Te has presentado en tres galerías desde que empezaste tu carrera, ¿no crees que esto podría ser una distracción? Es solo que, te has esforzado muchísimo para llegar a donde estás, odiaría ver que todo lo tires por la borda.

Algo que siempre he amado de Theo, es su dulzura, incluso cuando no esta de acuerdo conmigo en algo, como esa vez en particular. Gracias al cielo, él tuvo razón... y ser parte de Industrias Schlesinger no fue un impedimento para su carrera como artista.

Un año después, fue nuestra graduación. Por supuesto, él se graduó con honores y yo no pude sentirme más orgullosa. Theo era increíblemente talentoso, era natural, y todo lo que se proponía lo lograba. Amaba verlo desvelarse mientras terminaba sus cuadros, cuando me pedía mi opinion sobre sus ideas, o como cuidaba su cuadernos de bocetos. Cada día que pasaba, me enamoraba más y más de él.

Anne, Schlesinger ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora