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Todos estaban nerviosos.
Tenian miedo a que no funcionara el plan que habían estado llevando acabado desde que se dieron cuenta de la verdad de la hija del Cherif. Isabella Swan.
El parto había sido complicado, por lo que cada uno de los arcangeles forzadamente junto a Lumiere por momentos trataban de darle energía mientras otros se encargaba de acomodar los recuerdos de ella.
Habían decidido primero hacerlo con ella, y saber si su cometido surtio efecto. Los Cullen habían dicho que ella posiblemente era un escudo, pero no había poder más poderoso que el de un Ángel, o bueno, un Arcángel.
—¿Funcionó? —pregunto Edward entrando a la habitación viendo a Bella recostada en la camilla con la típica ropa que siempre solía usar.
Sin rastros de sangre.
Sin rastros de palidez y adelgazamiento.
Sin rastros de algún embarazo.
—Queremos creer que si, pero eso ya se verá cuando despierte. —suspiro Rafael—por lo tanto tenemos que borrar y agregar desde ahora los recuerdos de los demás, personas que los conocieron y conocieron su relación.
—¿Como esta la pequeña? —pregunto Gabriel, por mucho que Bella ya no agradara más en la familia.
La pequeña niña no era ningún problema y no la metería ni rechazarían por eso, ella no era culpable de nada.
—Esta con Rosalie, no se ha separado de ella.
—Y que no lo haga, no quiero a esa rubia cerca de mi sobrina y sus hijos. —Se cruzó de brazos Uriel totalmente molesto—
—Uriel...
—Nada, no escucharé ni una palabra más de eso. —ignoro por completo a Lumiere—
—¿Y nuestra pequeña niña? —pregunto Miguel emocionado por verla, ya quería que el reposo pasará y pudiera ver a los pequeños—
—Jasper ha dicho que se encuentra bien, los bebés igual. —informó Esme bajando lase escaleras— solo esperan el tiempo suficiente para que los bebés se acostumbren al ruido y Julie se recupere.
—¿Aun no saben si son niños o niñas? —miro a todos en el salon, pero negaron—
—Aun no, ya nos lo dirán ellos más adelante. —Sonrió Esme—
—Espero que sea pronto, o terminaré entrando a la habitación.
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