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2/¿?
—¿ya puedo ver?
—Si, dejame ayudarte con esto. —se puso detrás de mi y desató el nudo de la venda retirandola con cuidado.
Parpade un poco para poder acostumbrarme a la poca luz que había en el lugar. Jasper se puso enfrente de mi mirándome con una tierna sonrisa.
—¿Estas bien?
—Si, estas demasiado bien —lo mire de pies a cabeza analizandolo bien, ese traje le quedan como anillo al dedo junto a su cabello bien peinado, si que es todo un galan— muy sexy...
—Tu estas hermosa, eres la mujer mas perfecta. —me beso— el bello amor que siempre quise.
—Basta, me harás llorar.
—Bien, no queremos eso —me abrazo como pudo, se inclinó un poco y beso mi vientre— ahora quiero que sigas ese camino —señalo el camino de pétalos y velas en el suelo.
Lo mire nerviosa, el solo sonrió y con su mano volvió a señalar el camino para que comenzara a caminar. El se fue por ese camino hasta dejarme atrás nerviosa jugando con mis manos.
Respire hondo y di el primer paso así seguí todo el pasillo hasta dar vuelta y observar el salón solo con una sola mesa, nuestra mesa.
Cubri mi boca sorprendida ahogando un grito, mis ojos se empañaron un poco por las lágrimas. Recordé aquella cita en el bosque parecida a esta donde la pasamos increíble los dos juntos.
Emoción, felicidad.
Es lo que sentía ahora mismo ante esta gran sorpresa, y sabía que mis bebés sentían mi emoción, pues se movían un poco dentro de mi sin lastimarme.
—¡Esto es hermoso! —limpie la pequeña lagrima que callo por mi mejilla aún sin borrar mi sonrisa— ¿como lo hiciste?,
—Fueron Edward y Alice, yo solo les di una idea de como quería todo —aclaro mientras sonreía, camino hasta llegar a mi y sujeto mis manos besandolas— Edward rentó toda la noche esta parte del restaurante, y Alice decoro todo con ayuda del personal.
—¿Edward? —pregunta confundida, el ha estado muy lindo conmigo y muy al pendiente—
—Se ha sentido mal por como Rosalie y Bella te han estado tratando estos días, más por Bella ya que es su esposa y tiene que hacer algo, el quería una manera de disculparse contigo.
—El no tiene la culpa de haberse casado con una mujer como Bella, nadie sabía que ella solo se interesaría por la inmoralidad —hice una mueca— de hecho, nadie lo sabe aún, pero aún así no estoy molesta con el.
