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—¿Ya lo saben? —pregunto Jasper viendo a mi madre quien no apartaba la mirada de nosotros con sus brazos cruzados, apenas había amencido me encontré con la sorpresa de mi padre y tío presentes en la cocina.
Me hicieron llamarle a Jasper de inmediato.
—No lose, mi padre y tío llegaron por la noche supongo. —lo mire nerviosa Jungando con sus dedos— no se de que habrán hablado
—Si estan aquí es por que ya lo saben.
—¿Saben por que los tenemos aquí? —pregunto mi tío entrando a la Sala con mi papa detrás de el mirando fijamente a Jasper quien hacia lo posible por estar tranquilo, ya teníamos una idea sobre lo que querían hablar— ¿Saben lo que han hecho?
—Tenemos algo en mente.. —hable bajito—
—Es que es increíble
—Hasta en el cielo corre la noticia que mi hija esta embarazada —soltó mi padre molesto— ¿Acaso no ves que es más chica que tu?, ¡es solo una niña!
—Entiendo que estas molesto, pero hace mucho que ya soy mayor de edad papa.
—No he preguntado si eres mayor o no —se cruzó de brazos— tener un bebé es mucha responsabilidad.
—Tu padre tiene razón cariño, un bebé no es algo que tomarse a tranquilamente.
—Yo tengo una duda —alzó la mano mi tio— ¿Acaso eso es posible?, se supone que tu... bueno, estas muerto.
—Créame señor, a toda mi familia nos sorprendió esto.
—Carlisle esta investigando, quiere mantenerse informado sobre este embarazo y quitarse de dudas si no es un peligro para mi.
—Sería demasiado riesgoso si no fueras un Ángel Guardián. —habló mi padre—
—¿Que dices? —lo miro confundida mi madre—
—Para una humana es difícil, el feto la consumiria por completo y morirá de poco a poco hasta llegar al parto.
—¿Eso no me afecta a mi? —pregunte temerosa, no quería morir—
—Tu no eres humana cualquiera, tienes energía de sobra. —me sonrió tranquilo— estarás bien.
—De la energía no te preocupes, yo te daré algo de la mía si te llega a faltar. —me sonrió mi tio—
—Eso si —me señalo mi padre— debes alimentarse y cuidarte.
—Yo me encargaré de eso.
—Bien, ya que hemos hablado es hora de arreglarse, en poco tiempo es la boda de Isabella Sean y Edward.
—¿Paso por ti? —pregunto Jasper—
—Si, te espero antes de la misa. —el asintió, me beso la frente y después en los labios—
