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Capítulo diecisiete

CAPÍTULO DIECISIETE

Nada más sucedió, sus padres llegaron, comimos pastel, nos hicieron prometer regresar a visitarlos y en el auto de regreso a casa, hablamos de lo que se pondría para ir a lo de Jimin, también de dió el derecho a elegir mi ropa para ese día, se lo concedí y apenas llegar, tomó sus bolsas llenas de material y subió, no sé cómo lo hizo, pero no necesitó ayuda en absoluto.

Ahora sí, mientras me voy a elegir pijama, reviso mi teléfono, tuve una llamada de un número desconocido, del extranjero, menos mal no contesté. También mensajes de Jungkook dónde me avisa que no llegarán aún.

Michael enviándome una foto de él y sus hermanos sentados en línea en el sofá, eso me hace reír, debían estar mordiéndose las uñas para evitar, al igual que yo esta mañana, ir al evento no deseado de su hermana.

Woah, suena muy irreal, ya debe haber sucedido. Entro a Instagram, evito mirar algo y solo dejo de seguirla, en efecto hay fotografías, pero he decidido ignorarlas. Haré caso a Jungkook y simplemente me tomaré mi tiempo, también lo haré a mi manera. Sarang me impedía hacer muchas cosas que realmente deseaba, su presencia me limitaba porque quería ser perfecto para ella y de esa manera, quizás, gustarle.

Quería que me eligiera, pero no lo hizo, así que ya no más. He llorado lo necesario y suficiente, ahora dejaré que me duela, pero haré algo al respecto mientras pasa.

Me meto a bañar, me tomo mi tiempo en ello y cuando salgo, me doy cuenta de que Blue se ha quedado allí arriba, seguramente se ha distraído adelantando trabajo, niego, busco su pijama y subo, haciendo mis pasos sonar para que no se asuste viéndome de repente irrumpiendo en su ambiente.

—Prometo que es solo un ratito.

—No importa si te tardas, pero— le entregó la prenda— cámbiate a ropa más cómoda, al menos.

—Gracias— me lanza un beso, veo todo el material sobre la mesa y me entra un sentimiento de agotamiento solo mirándolo— aunque no lo creas, solo me falta terminar el vestuario de Namjoon.

—¿Ya está listo lo demás?

—Así es, tenía que adelantar tanto como me fuese posible y lo logré, de esa manera, solo debo esperar a que Namjoon regrese y ustedes empiecen actividades de nuevo.

Tomo su abrigo y jeans, la observo colocarse el pantalón de pijama y quedarse con la básica blanca que traía puesta, encima de esta va el suéter. Se recoge el cabello en una coleta alta, algunos cabellos quedan por fuera.

—¿Y puedo ver?

—Claro, pero no será en este momento, será mañana que todo se organice de mejor manera, podrán medirselo todo y decirme si les gusta o debo cambiar algo.

—Vale ¿te ayudo a guardar este revoltijo?

—¿Si? No sé si pueda esperar hasta mañana.

—Adelantemos hasta que lleguen los chicos, luego los obligamos a ayudarnos.

Dejo la ropa que se ha quitado a un lado y la escucho decirme que podemos separar cada cosa por color y luego por tipo de tela. No sé mucho, así que hago todo por color, pero luego resulta que no todo es morado, hay tonos y subtonos, además de texturas y cuando estoy mareado, ella se ríe.

—El verde te luce tanto— acerca un pedazo de tela con el mencionado color  a mi cuello, bufa— todos los colores te quedan bien, pero a ti te encanta el negro.

—No es cierto, uso mucha ropa de otros colores distintos al negro, es solo que rara vez me ves así porque todo el tiempo estoy trabajando y nuestro concepto es oscuro.