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Capítulo veintinueve

CAPÍTULO VEINTINUEVE

—Lo siento mucho, chicos.

Steve lleva todo el rato disculpándose porque tiene que atendernos en conjunto con Ryuk y Sant. Este último es parte de un grupo de chicos, lo que significa que el resto del grupo también llegará en cualquier momento.

—Deja el drama, Steve— Jungkook le abraza, deteniéndolo, desde aquí puedo ver su expresión hastiada— debe ser difícil.

—Y más difícil será si no me dejas continuar.

—¿Quién se encarga de maquillaje y esas cosas?

Blue termina de vestir a Ryuk, se acerca a mi y me río de su cara. Desabrocha dos botones en mi camisa y aquí estoy enseñando carne, como le gusta a la gente.

—Esto va apretado, no suelto.

—Joder, tengo que aguantar la respiración para eso— asiente, muy a mi pesar— bien, hazlo tan rápido como puedas.

Solo es una entrevista, tengo que aguantar si quiero verme bien. Pero esta mierda es incómoda.

—Listo. Estarás bien.

—Quien no está bien pareces ser tú, tienes una cara de odio al mundo bastante crítica.

—Ya sé que me advirtieron, pero, resulta que ese Ryuk si es tan estresante como temía— bufa— no le gusta el blanco, tuve que reemplazar accesorios en menos de dos minutos, dijo que los zapatos son una mierda horrible, tuve que buscarle otros y está cada tres segundos preguntando mi nombre porque no lo memoriza y diciéndome que hacer.

—Esa mierdecilla andante.

—Busco paz, paz en mi interior.

Termina conmigo y se va con Namjoon, el pobre sí que se espanta cuando entra en la misma situación mía, aguantar la respiración no es nuestra cosa favorita. Observo a Ryuk.

—Hombre ¿Qué vas a cantar?

Se queda quieto, me observa, aclara su garganta y se abraza a sí mismo.

—¿Para qué preguntas?

—Me interesa enterarme de tus últimos trabajos, ya sabes, somos compañeros— me inclinó un poco, es más bajo que yo— compañeros de empresa que se apoyan.

—Ajá, si. Claro.— me escanea de pies a cabeza—¿Ese tatuaje es nuevo?

—Lo es— en realidad no, se lo enseño— representa cosas importantes para mí.

—¿Cómo qué? Se ve siniestro.

—Solo un poco. Son los cuernos de-

—Debo ir a maquillaje.

—Trata bien a mi estilista, te la estoy prestando solo por esta ocasión.

Le guiño un ojo y se va, Ryuk cree que soy un hijo homosexual de Satanás que ha sido regresado a la tierra para someter a la humanidad a mis pies. Lo que más miedo le causa es que afirma que lo estoy logrando usando la música como excusa, dice que mis fanáticos son pobres sin suerte que han caído en mis juegos viles y que los chicos son mis marionetas. En pocas palabras, yo controlo a todo el mundo.

Se puede estar más loco, si.

Sasha entra ya lista y se pega a mi como garrapata para enseñarme fotos de Happy que le manda su cuidador, cuando no estamos cerca, por supuesto que alguien debe ocuparse del nuevo bebé de la casa.

—Se nota que me extraña— dice.

—Se ve igual que todos los días, en realidad.

Enciendo la televisión de la sala porque todo es demasiado silencioso y no me gusta, de fondo está la voz de la mujer que da las noticias, nuestros encargados de vestuario favoritos han terminado su labor  y ahora el suplicio le toca a los maquillistas. Me escapo un segundo y me robo a Blue, busco el baño más cercano, parece que imito un secuestro pues lo cubro la boca para que no hable y la muy pícara me lame los dedos.